Manu Riveiro (Catoira, 1974) fue otro de lo prestigiosos compositores de BSO, que impartió la masterclass ayer en el auditorio. Un currículo imparable como compositor de bandas sonoras para películas y medio centenar de series, muchas internacionales. Riveiro es otro de los magos anónimos que con sus composiciones enfatizan el éxito de un producto audiovisual.

"Como músico no llegué al mundo del audiovisual hasta 2004. Van surgiendo ofertas de proyectos cinematográficos y finalmente pones la balanza y dices, me tiro a la piscina y me dedico a esto". Adaptarse a la amplia variedad de géneros a los que ha puesto BSO desde "El desconocido" , con la que fue finalista a la mejor banda sonora 2016 de los Goya, o "Meñique y el espejo mágico" a series, dramas o comedias, implica "una equilibrio entre técnica e intuición para que cuando falle uno puedas apoyarte en la otra".

Su modo de trabajo consiste en "ver la película al final, ya en pos producción, para llegar a ella totalmente virgen y componer la banda sonora como un espectador no como un técnico". Luego llega las disquisiciones con el director del filme, "pero esa es otra guerra".