La decisión del gobierno popular de aprobar inicialmente la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) para 2017 chocó frontalmente con la oposición de PSOE y BNG, mientras el portavoz de DO, Pérez Jácome, tomó un camino diferente, al proclamar que "sobra el 90% de la plantilla", y renglón seguido anunciar que si algún día llegar a gobernar "realizaremos un ERE de ese porcentaje o algo menos".

El vicepresidente segundo, Jorge Pumar, defendió la "mano tendida" para negociarla, así como la cesión en algunas cuestiones planteadas por los representantes de los trabajadores después de cinco reuniones de la mesa de negociación.

Una consideración con la que no estaban de acuerdo el portavoz del BNG, Ramiro Rodríguez, que alerta sobre el rechazo de los sindicatos a la propuesta del gobierno provincial y que puede llevar consigo "la impugnación", que afectaría directamente a los presupuestos para 2017.

En esa misma línea se posicionó el portavoz socialista Ignacio Gómez, que cuestionó la forma de actuar del gobierno, aunque de inmediato dejaba claro que "no le vamos hacer el trabajo a los sindicatos", conocedor de las diferencias que existen. Y aprovechó para acusar al PP de aprobar "un concurso a hurtadillas" en el mes de agosto, sin negociar.

Unas críticas que para Pumar no son nuevas, aunque volvió a explicar que se trata de una RPT "continuista" a través de un sistema de valoración consolidado. Y que se trata de modificaciones puntuales de funcionamiento que plantearon "los técnicos de la casa".

El portavoz nacionalista tiene otra visión de los concursos de promoción interna: "se trata de premiar a determinadas personas no por sus méritos, sino por su fidelidades".