Lorinda Fernández reconoce que esta situación se arrastra desde aquella concesión que el PSOE realizó a la firma Ecourense hace más de seis años y que "ha estado plagada de denuncias ante el Concello que no tuvieron efecto; de hecho creemos que el Concello es tan víctima de la empresa como nosotros, pues las multas que le pone por incumplimiento no surten efecto luego. De ahí que nos quede solo la vía judicial".

Según la portavoz de estas asociaciones de vecinos del rural "somos conscientes de que rescindirle el contrato no es fácil, pero al menos que cumpla; creemos que el rural no ha crecido desde que asumieron la concesión de la limpieza del municipio y por tanto no pueden poner como excusa que tienen más trabajo que cuando asumieron el servicio". añade la presidenta.

La situación crea además una discriminación "pues no se baldean las calles, no limpian los registros de agua y sin embargo los vecinos del rural de la ciudad pagamos lo mismo que uno de la zona centro donde, por cierto tampoco vemos que Ecourense esté realizando muy bien su trabajo". Añade que en algún caso "las asociaciones más reivindicativas consiguen que, después de protestar le hagan un baldeo o pongan un cubo, pero de forma puntual", explica, y advierte que "se trata de limpiar cumpliendo su obligación, no cuando hay una protesta".