El Consello de la Xunta de Galicia aprobó ayer una partida de 500.000 euros para los viticultores afectados por la tormenta de granizo del pasado 15 de agosto en la Ribeira Sacra. Así lo hacía público el presidente del ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo tras la reunión que mantuvo con su equipo de gobierno. "Además, destinaremos otra orden de 100.000 euros para arreglar caminos, muros y otras infraestructuras relacionadas con el cultivo de la vid que resultaron dañadas", explicó en su intervención el titular de la Xunta.
Se trata de una línea directa de ayudas para los 289 propietarios que sufriendo los efectos del temporal en sus plantaciones, y que les compensará con 0,70 euros el kilogramo de uva perdida, hasta "un máximo de 15.000 euros por productor", indicaba Feijóo. Una cifra que según el presidente alcanza "el mismo importe de las pérdidas". Tal y como respaldarían los cálculos de los técnicos, que hablan de un área damnificada de 70 hectáreas y una pérdida total de 400.000 kilos de uva. Asimismo, según las indicaciones del propio Consello Regulador, Núñez Feijóo explicó que solamente podrán ser indemnizados los viñedos afectados que tengan más de cuatro años de antigüedad: "Solo aquellas vides que se hayan plantado en el año 2012 o con anterioridad", precisó.
"Hacemos efectivo este mecanismo de compensación apenas diez días después de este siniestro que afectó a la subzona de Amandi, principalmente en el concello lucense de Sober y en algunas zonas del de Monforte"; recalcaba Núñez Feijóo para agradecer la "agilidad" con la que los técnicos han evaluado los daños y poner de manifiesto que su intención es actuar "con la máxima celeridad". Un siniestro que según recordó el presidente autonómico fue "seguido de cerca" por la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez que junto a los representantes del Consello Regulador adoptaron las primeras medidas "al día siguiente de la tormenta", aseguró. Tras una primera evaluación de la situación el gobierno de la Xunta trasladó al central "la solicitud de declaración de zona afectada por emergencia, y al Ministerio de Hacienda la reducción de módulos de estimación objetiva para las explotaciones de esta zona que se vieron afectadas", exponía Feijóo. Y reconoció que lo que les preocupa no es la cosecha de 2016, "que ya sabemos perdida", sino "la situación de las vides en el futuro, ya que algunas de las plantas pueden haber quedado completamente destruidas", concluyó.
