La concejalía de Urbanismo ha dado un plazo de cinco días a la empresa adjudicataria para que inicie las obras de reparación de la fachada de la antigua cárcel. La urgencia viene dada por el riesgo de desprendimiento de cascotes a la calle Progreso. Parte de la acera permanece vallada desde principios del mes de julio precisamente por la caída de piedras a la vía pública sin que se produjesen daños personales.
El edil de Urbanismo, José Cudeiro, informó ayer en la junta de área de la adjudicación de las obras a la empresa Adecon, por importe de 18.300 euros. Se trata de un contrato menor que se firma después de haber consultado otros presupuestos. El plazo de ejecución es de entre dos semanas y un mes, por lo que las obras previstas deberían de estar finalizadas en la primera quincena de septiembre.
El proyecto contempla la colocación de una red metálica en la fachada que impida el desprendimiento de cascotes a la vía urbana. También prevé actuaciones encaminadas a evitar las filtraciones de agua. Este edificio, cerrado desde hace tres décadas, sigue esperando un proyecto de rehabilitación integral y conversión en hotel balneario.
