Con los problemas sobre la mesa y las dificultades para darle una respuesta inmediata, el único grupo de la oposición que hizo un planteamiento claro y concreto fue el de Ourense en Común, que plantea una remunicipalización de los servicios públicos que gestionan empresas privadas.
Además de presentar varias iniciativas sobre la "falta" de control, en unos casos, y en otros la "connivencia" por parte del Concello. Y así la edil Ledicia Piñeiro incidía en esta línea durante la última concentración de las trabajadoras de Seralia en la puerta de acceso al Concello.
En el caso del servicio de Ayuda a Domicilio, lo que llama la atención a Piñeiro es el cruce de reproches entre la empresa y el gobierno municipal, que no resuelve el problema de las trabajadoras.
Así, mientras Seralia traslada a sus empleadas que el Concello le debe algunas mensualidades, lo que impide que puedan estar al día con las trabajadoras, desde el gobierno municipal se asegura que no pueden pagar facturas "infladas o falsas", así como por trabajos que no se realizaron.
Una situación que no es nueva para este servicio, ya que un proceso judicial abierto investiga este tipo de actuaciones, en este caso con dos exsocios de una empresa que llevó el servicio, y en el que se detectaron pagos en "A" y también "B", como así lo hace constar en un auto judicial, aunque la causa sigue abierta.
