Una cuarta parte de los robos con fuerza en domicilio registrados en la ciudad de Ourense se cometen en los meses de verano, entre julio y septiembre, según la Comisaría Provincial de Policía. Tomando como referencia los datos del informe de criminalidad del Ministerio de Interior, que cifró en 119 los delitos de este tipo en todo el año 2015 en el municipio de la capital, una treintena se habrían cometido en el verano pasado. Años como 2013 fueron peores.

La proximidad del verano y la estacionalidad de los robos se notan en sectores como el de la seguridad. Sidese, en Ourense, está especializado en blindajes y mejora de las medidas de las puertas, entre otros sistemas. Su gerente, Javier González, asegura que esta temporada "los primeros robos comenzaron en los meses de abril o mayo, cuando en otros años eran más frecuentes en julio o agosto". Las sustracciones en los domicilios crean un efecto contagio en el entorno inmediato, haciendo que los vecinos de la comunidad o personas del entorno a los primeros afectados busquen medidas para dificultar el acceso de los ladrones a sus domicilios.

En la actualidad, el método más utilizado por los delincuentes para franquear la entrada a las viviendas es el conocido como "bumping", que consiste en el empleo de una llave de mayor profundidad de diente, con una parte saliendo al exterior, y que al ser golpeada con una martillo y otra herramienta con un golpe seco, permite el giro para abrir. "La mitad de las puertas de obra que se han hecho llevan un tipo de cilindro factible de abrir con el bumping. Si se quiere mejorar, habría que hacer un estudio de la puerta porque hay muchas fórmulas. No se puede evitar al 100% un robo, pero sí poner muy difícil", manifiesta Javier González. Según asegura, "por 150 euros más IVA" se puede instalar un cilindro que eleva la seguridad. "Si hay un 50% de probabilidades de que la abran, podemos elevarlas a un 70 o 75 %". El empresario asegura que, aunque la seguridad absoluta no existe, "ya estamos haciendo instalaciones que dan un 90 o un 95 % de opciones de que si un ladrón lo intenta, abandone". En el mercado existen bombines "antibumping, antirotura, anti ganzúa y antitaladro", e incluso "un defender exterior para proteger el bombillo reforzándolo, así como piezas antipalancas".