Si hay algo perdurable más allá del tiempo y de la muerte es el arte. La exposición "La alegría del color", inaugurada ayer en el Marcos Valcárcel, hace buena la máxima, pues recoge a título póstumo la obra de José Ramón, quien falleció a finales de 2015, cuando estaba finalizando los preparativos de esta muestra, que el Centro Cultural mantiene como homenaje póstumo. A la presentación de la exposición asistieron el vicepresidente de la Diputación de Ourense, Rosendo Fernández; el director del Centro Cultural, Francisco González, la viuda del artista, Teresa Agra, y su hijo, José Ramón.

La muestra que fue inaugurada por la tarde "es pura luminosidad, obra del pintor de la luz y del color", dijo Rosendo Fernández, quien añadió que "esta obra, como describe en el catálogo, le causaba a José Ramón alegría y angustia, un binomio de dos términos muy contrarios que tienen para nosotros mucho valor, porque esta bipolarización no se dio muchas veces en las exposiciones que aquí estuvieron".

El director del Centro Cultural "Marcos Valcárcel" explicó que era "de justicia rendirle homenaje su obra" y definió a José Ramón como "un pintor figurativo con estilo propio, que tiene en sus obras muchos elementos abstractos, con numerosas referencias a Galicia". Recordó además una frase del autor que decía "la obra no debe explicarse y debe de hablar por sí misma". Como habla por sí misma una pintura, más viva que nunca.