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Cuatro jóvenes sacerdotes para la Diócesis La iglesia del Seminario Mayor de Ourense acogió ayer la ceremonia de la ordenación

Momento en el que los cuatro diáconos se tumban en el suelo. // Iñaki Osorio

José Manuel Salgado Pérez (Correchouso, Laza), Álvaro Fernández Fidalgo (Ourense), Emmanuel Álvarez Lara (Celanova y origen venezolano) y Yerai Fariñas Calvo (Maceda) son desde ayer sacerdotes al servicio de la Diócesis de Ourense. Savia nueva para una provincia en la que nunca ha cesado el goteo de vocaciones. Todos los años hay diáconos que se incorporan al sacerdocio, una circunstancia que en pleno siglo XXI tiene especial valor para el Obispado. "En Ourense nos quejamos porque veníamos de una costumbre de muchos sacerdotes; ahora puede haber uno o dos cada año, incluso cuatro como este, así que no nos podemos quejar porque sigue habiendo vocaciones y alumnos en el Seminario", afirma Ángel Feijoo, rector del Seminario Mayor.

La ceremonia que ayer presidió el obispo Leonardo Lemos está cargada de emotividad y simbolismo. Los cuatro jóvenes que han culminado su año de diaconado se presentan para su ordenación ante más de 40 sacerdotes. Primero se tumban en el suelo y toda la comunidad reza por ellos. A continuación se produce la crismación, un momento de mucha simbología porque el obispo les unge las manos con el crisma para que sean sagradas en el momento de "recibir al señor". Después se les entrega el cáliz y la patena, lo que significa que ya están preparados para celebrar la Eucaristía. Otro de los rituales más significativos de la ordenación es la imposición de manos sobre la cabeza de los nuevos sacerdotes para que el espíritu santo descienda sobre ellos. Finalmente, el obispo y el resto de los sacerdotes les dan un abrazo que simboliza que ya forman parte del prebisterio diocesano.

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