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La Audiencia libera bajo fianza de 3.000 euros al otro implicado en un asesinato que seguía preso

La sala cree que con el "arraigo familiar y laboral" y la fianza "se conjura el riesgo de fuga" -Un jurado resolverá la implicación de 3 investigados en la paliza mortal a un joven hallado en un embalse en 2014

Con el pago de una fianza de 3.000 euros, Óscar E. L. podrá dejar la cárcel. Era el último que seguía preso de los dos investigados principales por el crimen de Alexandru Walter Boghiu, un chico de nacionalidad rumana de 22 años que residía en O Carballiño. En diciembre de 2014 fue hallado muerto en un embalse, tras haber sido arrojado al agua después de una paliza; el violento final de una noche de fiesta del grupo. El sospechoso continúa en calidad de imputado por delito de homicidio o asesinato, pero satisfaciendo esa cantidad podrá seguir el transcurrir del proceso desde su casa. La Audiencia Provincial de Ourense, en un auto de fecha 3 de junio, acuerda su excarcelación al entender que con el "arraigo familiar y laboral", más el pago de la fianza, "se conjura el riesgo de fuga", una posibilidad que además califica como "remota".

Entiende el magistrado ponente, Manuel Cid Manzano, que "la medida cautelar de prisión provisional acordada no puede ser considerada en este instante procesal como estrictamente justificada a los fines legalmente previstos, ni suficientes las razones expuestas en el auto apelado como para fundar la continuación de la privación al imputado del derecho a la libertad; máxime visto el tiempo transcurrido desde su adopción", el 24 de diciembre de 2014.

El precio de la libertad provisional de Óscar E. L. es el mismo que la sala impuso, el pasado mes de marzo, a Eduardo L. F., el segundo de los investigados principales del caso. Aquella decisión había causado malestar a la Fiscalía, ya que su intención es acusar a ambos por un delito de asesinato, lo que implicará una posible condena de entre 15 y hasta 25 años.

La juez y la Fiscalía, en contra

En esta segunda puesta en libertad, en contra del criterio de la juez instructora y de la Fiscalía, el magistrado ponente tiene en cuenta "la previsible demora en la tramitación de los presentes autos, que continúan sustanciándose como diligencias previas, cuando de ningún elemento de juicio cabe deducir que aquellos se sustraigan a su encauzamiento como proceso de tribunal del jurado; lo que comportará todavía la realización de muy variadas actuaciones procesales".

A este respecto, la Fiscalía confirmó ayer que el procedimiento ya se ha acomodado a la ley del jurado. A finales de mes, los investigados tendrán que comparecer ante la juez de Instrucción 1 de O Carballiño, punto de inicio del proceso que terminará en una vista oral ante un tribunal de ciudadanos. Serán los que dictaminen la inocencia o culpabilidad, así como el grado de participación, de los 3 investigados por estos hechos; uno solo por lesiones.

Eduardo y Óscar son los dos sospechosos de dar una paliza y arrojar a un embalse al chico rumano. E l joven continuaba con vida cuando fue arrojado al agua. El fallecimiento se produjo por ahogamiento.

La víctima tenía lesiones en la cabeza y el rostro por la paliza previa. Los dos presos fueron detenidos junto a Brais P.V., un vecino de O Carballiño que quedó en libertad y que permanece imputado por lesiones. Presuntamente, habría participado en una primera agresión al rumano pero se marchó antes de la bodega de Cameixa (Boborás), propiedad de Eduardo, donde los presuntos agresores y la víctima decidieron terminar la fiesta sobre las 5 de la madrugada, después de estar previamente en locales de ocio de O Carballiño. Habían bebido. La Guardia Civil asegura además que tomaron drogas. La Policía Judicial bautizó el caso, resuelto en pocos días, como "Operación Esmorga". El grupo llegó a la bodega para poner fin a la noche de ocio y allí se produjo una discusión porque supuestamente la víctima hizo una alusión sexual sobre la hija pequeña de uno de los implicados, y además realizó un ademán de orinar que los habría molestado, según lo que trascendió tras los arrestos.

Eduardo L. F. se ha desvinculado del asesinato. Era el que condujo el coche hasta las proximidades del canal donde fue arrojado el rumano, pero él adujo que se detuvo porque se lo pidió Óscar . E.L, y que luego lo instó a que parara la agresión porque su propósito era defender a la víctima. Culpa a Óscar de tirar al joven al agua.

Según este investigado, el rumano intentó acuchillarlo, los tres se enzarzaron y la víctima se precipitó al canal. Asegura que trató de rescatarlo cuando todavía continuaba con vida, mientras era arrastrado por la corriente, pero no pudo. La Fiscalía sostiene que ambos le dieron la paliza y lo arrojaron al cauce. La acusación pública descarta intento alguno de rescate, puesto que apareció sangre de la víctima intentando agarrarse a la barandilla.

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