Con la intención de que se adopten medidas urgentes y de que estas lleven consigo "combatir" las pintadas que se pueden ver en diferentes zonas de la ciudad, el grupo municipal de Democracia Ourensana plantea, a través de una iniciativa que presentará al pleno del viernes, 3 de junio, reclama al gobierno municipal "sanciones más duras" con aquellos que atenten contra el patrimonio, los bienes o el mobiliario urbano.
Exige también la realización de una limpieza integral de las pintadas en todo el casco urbano, y la utilización de las denominadas "pinturas antivandálicas" en aquellos lugares de interés patrimonial, como la zona histórica de la ciudad, al tiempo que se colabore con las comunidades vecinales para la utilización de este sistema que evita pinturas indeseadas en las fachadas de los edificios.
Por parte del grupo de DO se advierte de que en los últimos años la ciudad se ha visto "invadida" por un a cantidad innumerable de pintadas, que aseguran "deterioran" los espacios públicos, reflejando una estado de "dejadez y abandono", además de dañar el patrimonio.
Sobre está cuestión, alusión directa a varias zonas del casco histórico de la ciudad, aunque con especial referencia a las que se encuentran en algunos de los pilares del puente Romano, uno de los emblemas de la ciudad, que serán eliminadas en los trabajos que acomete la Xunta, a través de sendas actuaciones que realizarán las Consellería de Infraestructuras y la de Cultura.
Es por eso que ante este tipo de situaciones, por parte de DO se entiende que una forma de evitarlas pasa por aumentar la vigilancia y las sanciones a los autores de este tipo de actos vandálicos que "tanto daño hacen a la sociedad". Y aunque reconocen que no se acabará por impedir que sigan existiendo, de los que se trata es de que "reduzcan".
También señalan que para eliminar las pintadas hay sistemas y materiales "poco dañinos", que no afectan a la piedra o madera y respetan el medio ambiente, y señalan las llamada "pintura antivándalos que es incolora y se puede aplicar en todo tipo de superficies".
De ahí que reclama este grupo municipal al gobierno de Pontevedra que las pongan en marcha para poner freno a las pintadas que "dañan la imagen de la ciudad", argumentando además que las agresiones que sufre el mobiliario urbano supone en cada ejercicio un coste importante para las arcas del Concello, que debe proceder a su reparación y, en otros casos, a su reposición.
