La nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Ourense entrará en funcionamiento a finales de septiembre, según las previsiones que maneja el Concello, y después de cuatro meses de realizar las pruebas, una vez se finalizaron las obras de la nueva infraestructura que permitirá una mejora sustancial en todo lo relacionado con uno de los servicios básicos, como es el saneamiento.
Pero lo que está pendiente de concretar es la solución a los problemas con la nueva línea de suministro, debido a que la actual se considera insuficiente para dar cobertura a las necesidades de la nueva depuradora. Lo que queda por resolver es que administración asuma el coste de esa acometida, cuyo coste estará en torno a los 700.000 euros.
Eso llevó consigo que en la última reunión de la comisión de seguimiento del proyecto de la depuradora, por parte del Concello se mostrase su desacuerdo con la liquidación final, por entender que ese coste del nuevo enganche eléctrico lo debe asumir el Gobierno central, en este caso a través de la empresa pública Aguas de las Cuencas de España (Acuaes) dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, o el Concello. .
Lo que se descarta es que sea la Xunta, toda vez que ya aportó lo que estaba establecido en el convenio firmado entre la tres administraciones- Central, Autonómica y Local-, para la construcción y funcionamiento de la nueva Edar., y que superó los 10 millones de euros, de una inversión total que superó los 60 millones de euros..
Una cuestión que está previsto se retome en la próxima reunión de la comisión de seguimiento de la estación depuradora, ya que por el momento puede seguir con el actual sistema para realizar las pruebas correspondientes. La falta de concreción de la nueva acometida eléctrica provocó dudas sobre cuándo se puede poner en marcha a pleno funcionamiento la depuradora, que se disiparon con el anuncio de que será a finales de septiembre.
Lo que resulta extraño al gobierno municipal es que no se contemplase la necesidad de una nueva instalación eléctrica, y sobre todo en lo que se refiere a qué administración debe asumir el coste de su ejecución, que sigue sin resolverse.
Obra civil
Lo que está claro es que a día de hoy, la obra civil está terminada y la planta se encuentra en proceso de pruebas. Una vez que finalice este período, que se estima de cuatro meses, se iniciará la puesta en marcha, que durante el primer año la gestión corresponderá a la empresa constructora.
Pero su puesta en marcha depende de que se solucione el problema existente con la línea de eléctrica, debido a que la actual es insuficiente para suministrar energía a la nueva infraestructura. Aunque por parte del Concello se indica que las pruebas de funcionamiento que se vienen realizando sí pueden hacerse con el suministro actual de obra.
Pero lo que se destaca desde el concello es que la nueva infraestructura, que está justo al lado de la actual, que será demolida, cumpliendo las sentencias del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), viene a dar respuesta las necesidades que existen, y resolver los problemas que existían. Se incrementa en un 150 % de la capacidad de tratamiento, que pasará de los 120.000 habitantes a los 350.000.
Además, la nueva Edar incorpora las más modernas tecnologías de depuración, lo que también permitirán reducir la cantidad de biosólidos producidos, de manera que se puedan valorizar los fangos para su aplicación agrícola. Y sobre todo se evitarán los olores, que era una de las cuestiones en las que incidían los vecinos de Reza en las denuncias que presentaron en su momento relacionadas con la infraestructura que está a punto de ser derribada y en cuyo espacio se consolidará un gran parque.
