Acudir a pie o en coche a las termas de O Muíño, y llegar hasta el parking habilitado para los agüistas, se había convertido en los últimos años una auténtica odisea, marcada por los profundos socavones y el polvo de un trayecto casi intransitable.

Una partida presupuestaria de 60.000 euros con cargo a la Diputación de Ourense ha permitido llevar a cabo de unas obras que ayer se daban a conocer y que han cambiado totalmente la fisonomía de un camino de la llamada "Vía Vella" de acceso a las termas desde la Nacional 120.

Las obras que consistieron en el asfaltado aglomerado mixto del primer tramo y capas de zahorra para el resto, así como la construcción de cembas (taludes) en la zona más próxima al río.

Este proyecto ha sido llevado a cabo conjuntamente entre la Diputación y el Concello Concello en el marco del Comité de Cooperación Permanente que sellaron ambas ambas administraciones para la dinamización de los proyectos de interés común que, de otro modo, podrían haberse perdido por la falta de maniobrabilidad del gobierno local al no tener unos presupuestos aprobados.

Durante la jornada de ayer el edil de Medio Ambiente e Infraestructuras, José Araújo; el también edil y diputado, Jorge Pumar, y el diputado Pablo Pérez contemplaron el resultado de las obras. Durante la visita, Jorge Pumar incidió en el compromiso de la institución provincial "en la colaboración en asuntos de interés común para el Concello de Ourense y el resto de los 91 ayuntamientos restantes de la provincia y con una clara apuesta sobre todo a favor del termalismo" .

Esta actuación supone al fin arreglo de la Vía Vella que conecta la N-120 con el aparcamiento de la zona termal, una demanda vecinal y una reivindicación de los usuarios que accedían en coche a través de este vial, como recordó José Araújo.

Las actuaciones en esta vía, una vez acondicionados los accesos, se completarán con una mejora en la señalización para que los vehículos que transitan por la N-120 en sentido Vigo vean mejor el acceso.