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Ourense lidera la revolución Passivhaus

El estándar alemán que certifica en España las casas con consumo energético casi nulo designa a Leonardo Llamas delegado en Galicia -Su primer proyecto se construye en Coles

El arquitecto Leonardo Llamas en su estudio de la calle Habana. // Iñaki Osorio

La Plataforma de Edificación Passivhaus que promueve en España el diseño de casas con consumo energético casi nulo ha nombrado delegado para Galicia al arquitecto ourensano Leonardo Llamas, autor del primer proyecto de vivienda unifamiliar con criterios Passivhaus que se construye en la provincia (en Coles), y que podría convertirse en la segunda gallega con certificación del estándar alemán. Llamas dispone de la acreditación para diseñar viviendas bajo estos criterios de eficiencia energética y la plataforma, que tiene 15 socios en Galicia, lo nombró a él.

El Passivhaus no es un concepto más de la arquitectura en la búsqueda de la sostenibilidad. El edificio pasivo ahorra consumo y se ha colado en las normativas europeas relativas a la eficiencia energética que pretenden poner freno a la escasez global de recursos. La directiva 2010/31/UE del Parlamento Europeo y del Consejo fija el 31 de diciembre de 2020 como la fecha máxima a partir de la cual todos los edificios nuevos deberán ser pasivos, y los gobiernos deberán aplicar estos criterios a todos los edificios públicos a partir de 2019.

La clave de la casa pasiva, explica Llamas, es el aislamiento térmico, de forma que los edificios se diseñan "como si fueran termos", completamente sellados para evitar la mínima infiltración, lo que da como resultado una casa confortable con la máxima calidad del aire interior. La hermeticidad se obtiene, explica este arquitecto, "poniendo unas pegatinas especiales en todas las esquinas y sellando la casa para que no entre ni salga aire del interior". La ventilación se controla de forma mecánica con un aparato llamado "recuperador de calor". Incluso las ventanas podrían ser no utilizables porque el aire es filtrado y eso es, precisamente, lo que caracteriza la confortabilidad de este tipo de viviendas: "Es un aire puro, de mejor calidad que el exterior, por eso las Passivhaus son muy recomendables para asmáticos y alérgicos", señala Llamas.

La filosofía nació en Alemania hace tres décadas pero ha tardado en implantarse en España. A Galicia ha llegado todavía más tarde y con dificultades. Leonardo Llamas explica que ha habido "cuatro o cinco intentos" de certificar viviendas Passivhaus pero los criterios son muy estrictos y no se ha conseguido. Casi siempre falla la hermeticidad y, por una cuestión de idiosincrasia, también la construcción: "Son casas normales, pero tienen que estar muy, muy bien construida. En Galicia no se ha conseguido porque tenemos una falta muy seria de profesionalidad en términos constructivos; la personalidad del gallego, y del ourensano, es antiinnovación". Las humedades siguen siendo el principal problema de las casas gallegas "porque seguimos construyendo como hace 40 años".

Lo que ha conseguido Leonardo Llamas después de aprobar el pertinente curso es la acreditación para diseñar casas con los criterios Passivhaus que, en último caso, deberá certificar uno de los dos únicos técnicos autorizados por el instituto alemán en España. "La filosofía Passivhaus no exige el certificado pero si lo consigues la casa se revaloriza en caso de que después quieras venderla", explica. La dificultad está en conseguir el certificado, ya que el control de calidad es muy minucioso. De ahí, recalca Llamas, que haya que ser "muy detallista" en el proceso constructivo. "Si cometes un error y no das marcha atrás justo cuando se produce después no tiene reparación".

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