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El pacto entre PSOE y BNG desalojó en julio de 2015 al PP del gobierno de la Diputación y la socialista Carmela Silva se convirtió en la primera mujer que la preside en sus 180 años de historia. Casi diez meses después afirma que la institución ha pasado de ser "feudal y caciquil" a "democrática y abierta". Con sus aliados no ha tenido roces, al menos públicos, y califica la relación de "extraordinaria, funcionando como un equipo único", mientras que la tensión con el PP es continua. La guerra política derivó en un lamentable episodio tras dirigirle graves insultos machistas en facebook un edil popular de Moraña que acabó por dimitir. Por otra parte, con la marcha del exsecretario general del PSdeG, Xosé Ramón Gómez Besteiro, el nombre de Silva ha sonado con fuerza como candidata a presidir la Xunta. Ella lo descarta de plano. "Estoy aquí para darle un giro de 180 grados a esta institución hasta el final del mandato", asegura.

-Anunció en su investidura un cambio radical en la Diputación, ¿en qué se ha visualizado?

-Las prácticas clientelares y caciquiles están erradicadas. La contratación es pública y transparente, sin irregularidades, y las oposiciones se hacen por concurso para que no haya dudas de que cada funcionario entra por sus propios méritos. No hay cheques en los bolsillos, ni repartos según el color político. Los recursos se dedican a garantizar los servicios, no a mantener el poder, y todos los proyectos pretenden el crecimiento económico para que el dinero público revierta en la sociedad. Esta era una institución feudal y anquilosada, con un trato de jefe a súbditos, y ahora es democrática y abierta, con trabajo compartido.

-¿Constató enchufes en la Diputación?

-No vine a manchar el nombre de los anteriores, sino a cambiar la institución. Pero por ejemplo, en el consorcio del servicio de incendios el PP elegía a dedo al gerente, normalmente exalcaldes. Ahora lo hemos sacado a concurso-oposición.

-¿Ha encontrado resistencia de los ayuntamientos a su modelo de gestión a través de un fondo local?

-Al contrario. Ni una crítica de ningún alcalde. Todos están encantados con que hayamos puesto en marcha un plan local de más de 50 millones para inversiones, empleo, actividades culturales, ambientales, gasto corriente? Y los alcaldes del PP son los más satisfechos. Su temor era que la presidenta hiciese lo mismo que Louzán, en este caso beneficiar a los ayuntamientos del PSOE y el BNG, y castigarles a ellos. Y no ha sido así. Hay exactamente el mismo trato para todos.

-¿Y de las asociaciones? Ha eliminado las subvenciones directas.

-Hemos recibido a más de 1.000. Les contamos que no hay millones que se reparten a criterio del presidente, sino con bases, y están satisfechas porque consideran que el dinero público debe gestionarse con transparencia.

-Con el Rally Rías Baixas, que ha desaparecida, recibió múltiples críticas.

-Aprobamos bases para todo tipo de eventos deportivos, aumentamos las partidas, y sin duda el Rally Rías Baixas la hubiese obtenido. Pero antes el señor Louzán tenía dinero que repartía a su libre albedrío. Eso se acabó y lo defiendo a capa y espada. Las ayudas deben ser por concurrencia competitiva. No entiendo por qué los organizadores del rally tomaron esa decisión. La Diputación los habría apoyado.

-El conflicto del rally acabó de la peor manera, con insultos y una dimisión. ¿Cómo se sintió?

-Sentí vergüenza ajena. Vivimos en el siglo XXI y son inadmisibles los insultos, sobre todo los machistas. Pero en el pecado estuvo la penitencia. Yo me mantuve en silencio, y fue la sociedad la que obligó a dimitir al concejal que hizo esos terribles comentarios. Pero no me sorprende el insulto porque al PP le he escuchado muchas veces hablar así de las mujeres que gobiernan. La igualdad no va en su ADN.

-Con el PP no hay manera de reconducir su relación.

-Es una oposición muy agresiva, de enorme confrontación. Se pasan la vida gritando, malhumorados, faltando a la verdad. Pero sobreactúan tanto que todo el mundo lo sabe. Mientras ellos descalifican, sin alternativa política, nosotros seguimos gobernando. Por cierto, muchos de sus diputados cuestionan ese modo de oposición, aunque no en público porque tendrían una bronca muy seria.

-También a usted la acusan de mala educación.

-En el PP están muy nerviosos. Quieren convertir la política en un campo de batalla, siempre son estridentes y faltan a la verdad. Y luego se escudan en afirmaciones que nadie cree. Tienen que trabajar un poquito más porque son cargos públicos.

-¿Cree que se excedió al decir a la portavoz del PP de Vigo que tiene "cara de infeliz" y está "amargada"?

-En absoluto. Siempre interviene enfadada, histriónica y chillando. Una portavoz debe ser una persona serena y tranquila. Le anuncié que la vida es muy hermosa y hay que ser feliz.

-Con sus socios no ha tenido choques. Usted ya había vivido una experiencia de pacto en Vigo con el BNG, ¿funciona mejor este?

-Siempre he tenido una extraordinaria relación con el BNG, y así es este pacto. Sin roces, remamos en la misma dirección. Somos un gobierno único con un proyecto común.

-El PP pontevedrés le reprocha servilismo a Caballero y de pretender desplazar el centro de poder de la Diputación hacia Vigo.

-No pierdo ni un minuto en contestar a afirmaciones de un bajísimo nivel político. Es infantil.

-Hay todavía recelo a que usted favorezca y dé un trato privilegiado a Vigo.

-Es falso. Vigo va a tener la atención que nunca tuvo del señor Louzán, pero la Diputación atiende a los 62 concellos de la provincia exactamente igual por primera vez en la historia de la Democracia en esta institución, en la que solo se atendía a concellos gobernados por el PP. Ellos lo saben, pero como están en campaña se dedican a estas afirmaciones infantiles.

-La relación en el Concello entre BNG y PSOE nada tiene que ver con su alianza en la Diputación. ¿Por qué el pacto no favorece un mejor clima municipal?

-En el Ayuntamiento de Pontevedra el grupo socialista ejerce la oposición como le corresponde. En la Diputación hay un gobierno de coalición con un pacto muy claro y la relación es extraordinaria. Son casos totalmente distintos.

-¿Cómo es su relación con el alcalde Miguel Fernández Lores?

-De respeto y colaboración. Entiendo que todos los alcaldes han sido elegidos por los ciudadanos, han presentado un proyecto para las ciudades, pueblos y villas y los respeto a todos. El trato del alcalde de Pontevedra es exquisito.

-Firmó en noviembre un protocolo con Lores. ¿Cuándo se va a plasmar en obras?

-El Concello está elaborando los convenios para comenzar con las actuaciones. Hablamos de saneamiento en las parroquias de Mourente y Bora, y también en el río de Os Gafos. También se acordó que se iban a firmar convenios para infraestructuras deportivas, campos de fútbol de hierba sintética y un pabellón que complemente el de O Burgo, además de un nuevo acceso a Monte Porreiro. Todo ese protocolo se va a convertir en convenios concretos.

-¿Para cuándo trasladarán el parque de maquinaria provincial de la Xunqueira de Alba?

-Hemos encargado un estudio para hacerle frente. Es una petición muy sensata. El parque de maquinaria ocupa un espacio que debe ser protegido. Cuando lo tengamos se iniciarán los procedimientos para el traslado. Nuestro compromiso es apostar por el respeto a las zonas medioambientales. Antes del fin de la concesión debemos tener elaborado un proyecto. Hay que actuar con rigor, no como el PP, que toma decisiones sin estudios de viabilidad, costes ni espacios donde hacer los traslados. Es lo que debería haber hecho con Ence. Estuvieron de vacaciones porque seguramente tenían previsto que iban a mantenerlo por 60 años. Nosotros no actuamos así.

-¿Qué le parece la prórroga de la concesión y la declaración de Rajoy como persona "non grata"?

-La prórroga es un escándalo. Un Gobierno en funciones que asume una concesión y por ni más ni menos que 60 años. Inaudito. Y sin embargo dicen que en funciones no pueden ir a que se ejerza el control en el Parlamento.

-¿Comparte que se haya declarado al presidente "non grato"?

-Al señor Zapatero se le declaró non grato en Fene. El PP lo aplaudió y encontró muchísimas razones. Sorprende que ahora que ocurre con el presidente del PP se echen las manos a la cabeza. Tienen dos varas de medir. En Vigo se declaró al comisario Almunia non grato a propuesta del PSOE y el PP lo votó. Hay que ser serios.

-¿Para usted está justificado?

-El señor Rajoy debería ser nombrado non grato en toda España. Ha hecho recortes en política social, educación, dependencia, privatizado la sanidad, y permitido sin mover un dedo que la generación con más formación haya tenido que emigrar.