La Consellería de Infraestructura ratificó ayer que comienza la cuenta atrás para la puesta en valor del Puente Romano de Ourense. Tras veinte siglos de historia, a partir de este mes de abril se acometerá la puesta de esta obra declarada Bien de Interés Cultural, para mejorar en sendas fases tanto el pavimento como la estructura exterior y pilares y para embellecer mediante una nueva iluminación ornamental del siglo XXI, es decir de luces led de bajo consumo.
La Xunta de Galicia, a través de la Consellería de Infraestructura y Vivenda, formalizó ayer la el contrato para la ejecución de las primeras obras de puesta en valor de este puente y el inicio de las oras empezará a realizarse este mismo mes.
La empresa a la que se adjudicaron los trabajos es SETGA SLU, "que presentó la oferta mejor valorada para ejecutar estas actuaciones iniciales que tienen una inversión de 230.000 euros", explica la Consellería de Infraestructuras, pues el coste final de sendas fases supera el medio millón de euros. Las actuaciones que se llevarán a cabo mejorarán la calzada del puente, y consistirán en igualar el pavimento, empleando cómo único material el bloque de piedras. También se sustituirá la capa de hormigón que quedan que queda en algunos tramos y y se pavimentará el único trecho en tierra que todavía existe.
El proyecto de puesta en valor de este puente da especial relevancia a su iluminación ya que la actual "quedó obsoleta y merma el valor estético del monumento" explicó ayer la Xunta. Se renovarán las actuales luminarias y los grandes focos que proyectan la luz hacia los alzados del puente y serán sustituidos por sistemas led, que mejorarán la estética, realzando la monumentalidad de la estructura. A eso se suman la eficiencia energética prevista, pues se producirá un mayor ahorro en el recibo de la luz.
Limpieza de graffitis
La puesta en valor de uno de los tres símbolo de las ciudad, junto con el Santo Cristo de la Catedral y As Burgas, prevé también el borrado de un mal del siglo XXI, los graffitis, pintados en su estructura, así como en las edificaciones anexas.
También se harán tratamientos de fosilización de los troncos de los árboles enraizados en la fábrica del puente, se limpiará esta maleza, se recortarán los árboles que crecen bajo los arcos y en una franja próxima al puente y se acondicionará un camino peatonal que discurre bajo uno de los arcos.
Esta fase que costará más de medio millón de euros, y abarca también actuaciones que se desarrollarán a través de la Consellería de Cultura, serán adjudicados este mes y consisten en la retirada de las redes de abastecimiento que continúan en las pilastras.
Además y mientras se realizan estos trabajos, la Xunta avanza que ya está trabajando en la adecuación del entorno del puente y en especial los alrededores de la capilla de Os Remedios pues la declaración de zona BIC abarca todo el conjunto, que tiene, como reconoce la propia Xunta, categoría de emblema de la ciudad para todos los ourensanos.
