La empresa de autocares ourensana Alfer puso ayer sobre la mesa 416.000 euros por las instalaciones y terrenos de Benposta, la Ciudad de los Muchachos, menos de un tercio de los 1,5 millones que, como precio de salida, había fijado la Tesorería de la Seguridad Social, para poder hacer frente a las deudas que la gestión de Benposta arrastra desde hace años con el Misterio de Empleo y Seguridad Social.
La firma Alfer que tiene además depósitos en Seixalbo, muy cerca de los terrenos de Benposta por los que ahora puja, fue la única que se presentó ayer a esta subasta que se realizó en oficinas de la Seguridad Social en la calle Concejo.
Se abre ahora un período de tres días a partir del cual se pueden mejorar estas ofertas, por lo que no está cerrada la venta a esta firma de autocares. Pueden planteársele además algunos escollos legales.
Abogados de Fundación Benposta, creada por antiguos benposteños para tratar de garantizar la pervivencia, al menos de parte de este sueño circense y educativo de la La Ciudad de los Muchachos, van a entrevistarse hoy con letrados de la Seguridad Social, para tratar de impugnar un proceso que ven "plagado de irregularidades" , pues en los lotes a subasta se incluyen los terrenos que en su día ya habían sido cedidos a la Xunta.
"Creemos que hay una mano negra en todo esto, porque han metido en la subasta todo sin respetar el porcentaje que es de la Fundación, y también todo lo que hemos tratado de hacer para recuperar este proyecto o hacer un museo, se ha encontrado trabas de todas las administraciones" ,explica Antonio Martínez Álvarez, presidente de Fundación Benposta.
El lote de propiedades que salieron a subasta ayer, por 1,5 millones de euros, incluye los 32.284 metros cuadrados, de las fincas de Benposta y Regueiros.Consta además según dice textualmente de "un conjunto de edificaciones destinadas a alojamiento, servicios, instalaciones deportivas y otros usos".
Estas instalaciones datan del año 1968 e incluyen todas las viviendas que dieron lugar al proyecto original en el que residían niños y niñas llegados de todo el mundo para protagonizar un proyecto formativo y circense en una ciudad independiente, regida en tiempos de dictadura, por una normativa y legislatura propias.Una utopía que llegó a demostrarse realizable.
La construcción empezó a ejecutarse 1968 y este amplio lote incluía desde viviendas a locales de hostelería, un colegio, el poliedro que fue símbolo de una nueva estética circense. Llegaron a gestionar hasta la gasolinera.
"No nos dieron opción"
Según el presidente de Fundación Benposta la situación a la que se vio abocada hace ya más de quince años Benposta se fue agravando pero ellos tenían su propio plan para salir adelante y culpan a las distintas administraciones de no colaborar con ellos para salvar este proyecto.
"Cuando vendimos parte de los terrenos a un constructor particular, el compromiso era que nos entregaría un millón de euros en el momento en el que ya pudiera empezar a construir, con lo que ya podríamos financiar casi toda la deuda con la Seguridad Social para evitar el embargo".
Sin embargo Antonio Martínez afirma que "no nos dieron esa opción; esa especie de mano negra que parece perseguirnos, hizo que ahora haya cambiado incluso la rectificación del suelo en Benposta", revela.
Aquel constructor al que le vendieron una gran parte del terreno "no llegó construir y después de gastarse 800.000 euros en trámites y permisos, no le dieron la licencias, para edificar los pisos, chalés adosados e incluso viviendas sociales para los más necesitados", afirma el presidente de Fundación Benposta
Añade que "en el nuevo plan de urbanismo la zona no está recalificada para viviendas. Creemos que la quieren dejar para algún gran centro comercial por lo cual todo lo que han hecho con Benposta ha sido tratar de aniquilarla cuando podría hacerse algo de futuro".
