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Más de 65.000 conductores superarán los 65 años en Ourense dentro de una década

Ciertos medicamentos, posible causa de falsos positivos en drogas que debe contrastar el laboratorio - Una jornada de formación reúne a 170 miembros de GES y Protección Civil

El jefe provincial de Tráfico, David Llorente, y el teniente Juan Carlos Nogueiras, en la jornada de ayer. // I. O.

El envejecimiento crónico de la provincia de Ourense es un factor a tener en cuenta en materia de seguridad vial. En la actualidad, uno de cada cinco conductores con licencia en la provincia -42.000 sobre un total de casi 197.000- superan los 65 años de edad. La previsión es que dentro de una década, en 2025, la cifra de mayores al volante haya aumentado por encima de las 65.000 personas. Los conductores de edad son una de las preocupaciones de las autoridades para prevenir accidentes de circulación. También, la concienciación, sobre todo en el rural, para evitar atropellos que puedan estar condicionados por la falta de visibilidad. La dispersión de núcleos, el carácter envejecido de la población del rural y las malas condiciones del tiempo gallego son factores de riesgo, incide Tráfico. Por eso cada campaña se reparten chalecos y elementos reflectantes.

Tráfico lleva a cabo acciones de concienciación y ayer, el jefe provincial, David Llorente, transmitió la importancia de la educación vial en su intervención ante más de 170 efectivos de Protección Civil y Grupos de Emergencias Supramunicipales (GES) de Ourense. Los profesionales participaron en una jornada sobre seguridad vial. Además de las labores educativas, Tráfico tiene la potestad de imponer sanciones a los peatones que pongan en riesgo la circulación por no llevar reflectantes. Desde que su uso es obligatorio, en el año 2011, en la provincia se han contabilizado unas 50 sanciones, de 80 euros. Las multas, cree Llorente, han creado un "efecto multiplicador". De los 9 fallecidos en atropello de 1997 o los 6 de 2009, se pasó a las 2 víctimas mortales en 2015.

El atropello mortal registrado en A Guarda por parte de un conductor octogenario ha vuelto a poner bajo el foco el debate sobre las capacidades de los conductores mayores y la fiabilidad de los exámenes de los psicotécnicos. A partir de los 65, la renovación tiene 5 años de vigencia. El periodo se reduce paulatinamente hasta un año, a partir de los 81. Desde principios de 2015, se tramitaron medio centenar de retiradas de permiso de conducir a partir de informes policiales o de la propia familia. Este fin de semana, el fiscal delegado de Seguridad Vial apuntó a que se van a investigar los casos contados de posibles negligencias de los psicotécnicos que pudieran haber validado renovaciones de carné, sin que el conductor estuviera apto. El jefe provincial de Tráfico, David Llorente, advirtió en la jornada de ayer de la dificultad de encontrar datos y evidencias para medir la responsabilidad de los centros. La ley fija limitaciones para los conductores con alguna merma psicofísica, como conducir solo de día, no superar un radio de acción desde su vivienda de determinados kilómetros, o una velocidad limitada.

El jefe provincial de Tráfico también trató en su ponencia el fenómeno del alza de casos de drogas al volante -más de un millar desde el año 2015, con multa de 1.000 euros y 6 puntos por la mera presencia de alguna de las cinco sustancias analizadas- así como los posibles positivos causados por algunos medicamentos, como derivados de la morfina e incluso algún anticatarral como la codeína. En estos casos, contados, la duda se despeja con el contra análisis del laboratorio, que identifica el tipo de fármaco. S la receta demuestra que la medicación está pautada no habrá sanción.

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