Los forenses dictaminaron que Aniceto Rodríguez Caneiro, el acusado de asesinar a su mujer, Isabel Fuentes, en el hospital de Ourense, en mayo de 2015, presentaba un deterioro a consecuencia de un ictus pero, pese a las secuelas, conservaba facultades para enfrentarse a un proceso judicial en el que será inculpado de un asesinato consumado y otro en grado de tentativa, delitos cuyas penas podrían superar los 25 años de prisión. Con independencia de ese informe, la defensa ha solicitado un estudio ampliatorio para que los forenses determinen si el presunto asesino podía sufrir una afectación psíquica en el momento en que cometió el crimen, acuchillando a su mujer cuando se recuperaba en la cama del hospital de un ataque previo en el domicilio conyugal, cometido un mes antes y que presuntamente trató de camuflar como un robo de extraños.

El letrado, que cree que el informe de capacidad de los forenses no basta para acreditar que el acusado esté en condiciones de ir a juicio, formalizó la solicitud después de que Rodríguez Caneiro, de 77 años, prestara declaración en calidad de investigado ante titular del caso, María Cristina Fernández Viforcos. El septuagenario reconoció, con lagunas y flaquezas de memoria, su participación en el crimen y en el intento previo. "Si o din, será verdad", dijo a varias preguntas. Una nota hallada en su bolsillo el día del asesinato recogía la intención de "irse xuntos" y de que ambos fueran enterrados al lado.

Para la defensa, que el presunto asesino hubiera acompañado a su mujer en el hospital durante el tiempo de ingreso, para después acabar con su vida, podría ser un indicativo de una "personalidad dual", y en todo caso convierte en "inexplicable" el crimen. Los allegados de la víctima han lamentado el "teatro" que, a su juicio, el acusado hizo tras el primer ataque en el domicilio, que ningún pariente de Isabel Fuentes asoció a Aniceto Rodríguez. Ni siquiera cuando presuntamente el marido intentó retirar el respirador a la mujer el día o días previos al asesinato.

En su escrito dirigido al juzgado de Verín que lleva el caso, el abogado solicita a la magistrada que llame a declarar como testigos a los forenses que realizaron, en Pontevedra y Ourense, sucesivas valoraciones y pruebas a Aniceto Rodríguez. La parte también propone la declaración de los especialistas que lo vieron cuando aún estaba ingresado en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), tras intentar lesionarse con el mismo cuchillo del crimen; un acto que le provocó un ictus. Con independencia de la nueva valoración que pueda realizar el Instituto de Medicina Legal (Imelga), la defensa encargará una prueba de parte, a otro profesional que pueda dar una segunda opinión.

Terminada la declaración del presunto asesino, el 4 de marzo, el fiscal delegado para asuntos de Violencia de Género, Julián Pardinas, vaticinó que la vista podría celebrarse antes de final de año. La Audiencia Provincial resolverá si un tribunal del jurado dicta veredicto de inocencia o culpabilidad, tras entender la juez instructora que la vía adecuada es un sumario para que sentencien tres magistrados.