Cuatro de los siete presuntos implicados en una oleada de robos en el rural de Ourense y Pontevedra pasaron ayer la primera noche en el centro penitenciario. La juez de Instrucción 3, en turno de guardia, acordó el encarcelamiento de cuatro de los arrestados por la Guardia Civil en el marco de la operación "Destroyer". Los otros tres sospechosos seguirán investigados, aunque en libertad provisional por el momento.

Los siete operaban presuntamente como una banda que ponía su foco en el rural. La Policía Judicial del instituto armado cree que los sospechosos cometieron 22 robos en viviendas de diferentes municipios de la provincia de Ourense y 3 en el concello pontevedrés de Salvaterra do Miño.

La banda que ha quedado desmantelada en esta operación está formada por un ciudadano español, cuatro originarios de la República Dominicano, un venezolano y una mujer con la doble nacionalidad. La Guardia Civil puso en marcha esta operación a principios de año, a partir varias denuncias por robos en viviendas en las dos provincias. El "modus operandi" se repetía. La banda recorría en vehículos distintos municipios de Ourense y Pontevedra e iba seleccionando casas en zonas apartadas en el rural.

Una vez fijado el objetivo, los integrantes realizaban una minuciosa vigilancia del entorno y observaban los movimientos y costumbres de los residentes. Una vez que controlaban las rutinas, aprovechaban las ausencias para entrar a robar. Unos accedían a la vivienda utilizando la fuerza y se apoderaban de todo lo que podían, dinero, joyas y equipos electrónicos, mientras otro esperaba en el vehículo para huir lo antes posible.

La Guardia Civil hizo tres registros domiciliarios, y se incautó de joyas y otros objetos robados, como bolsos, consolas y cámaras de fotos, además de dos vehículos. La Comandancia expondrá los objetos hasta finales de abril para que los dueños puedan identificarlos.