El sobrino del párroco asesinado y portavoz de la familia, José Manuel Enríquez, agradece el apoyo y las palabras de ánimo y solidaridad que les han llegado de la comarca de Celanova y de toda Galicia, algo que se ha puesto de manifiesto de nuevo ayer, mediante la participación de cuarenta sacerdotes en la concelebración de la misa del primer aniversario del asesinato del cura de Vilanova, que "representan distintas parroquias y numerosos pueblos".

A pesar de que la investigación va más lenta de lo esperado, José Manuel Enríquez confía en que la labor de las autoridades competentes y de la Guardia Civil "acabarán dando sus frutos; estoy seguro". Sin embargo, muestra su extrañeza porque no hayan cursado ninguna denuncia la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta y el Obispado de Ourense.

Por su parte, el Subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, se solidariza con la familia, además de recalcar que "sentimos profundamente esa pérdida", a la vez que anuncia que redoblarán esfuerzos para aclarar la situación. "Les transmito un mensaje de esperanza, porque más pronto que tarde se resolverá el caso", concluye.