La nueva Edar supone un antes y un después, como reiteran los responsables políticos de la administración, en el sentido de que supondrá importante "beneficios" medioambientales. Además de evitar los olores, que era una de las cuestiones en las que incidían los vecinos de Reza en las denuncias que presentaron en su momento relacionadas con la infraestructura que está a punto de ser derribada y en cuyo espacio se consolidará un gran parque.

El derribo de la antigua depuradora se iniciará cuando la nueva estación se encuentre en funcionamiento, una vez concluyan las pruebas que se llevan a cabo.