La Xunta presentó ayer su propuesta de mejora de la seguridad vial de la carretera de A Granxa, un tramo de apenas 1,5 kilómetros de recorrido, pero que presenta un alto índice de siniestralidad, en especial colisiones y atropellos a peatones, alguno de carácter mortal. La propuestas, pendiente de consensuar con los vecinos, incluye la construcción de un paso elevado, hasta tres glorietas, una vía intermedia para facilitar los giros a la izquierda y cambios en el mobiliario urbano, paradas de autobús o zonas de carga y descarga que puedan restar visibilidad a conductores y viandantes.

Si el proyecto final consigue el consenso vecinal y político, la Xunta prevé iniciar las obras de mejora de esta carretera, situada en pleno casco urbano de Ourense pero titularidad del Gobierno autonómico, en el segundo trimestre de este año, con toda probabilidad en el mes de abril.

La conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, y el alcalde de Ourense presentaron ayer en el autobús oficial este proyecto de mejora de la seguridad vial, una presentación "in situ", en la propia carretera de A Granxa, en un acto abierto al público y en el que los propios vecinos pudieron hacer sus preguntas a técnicos y políticos.

Casi 8.000 coches al día

Según explicó el técnico Marcos Buide, jefe del servicio provincial de la Axencia Galega de Infraestructuras en Ourense, este tramo vial concentra un tráfico rodado diario de unos 8.000 vehículos y, pese a que el número de vecinos es muy inferior, se mueven unas 15.000 personas, datos que se han tenido en cuenta desde el punto de vista de tráfico.

Así la idea es "defender los pasos de peatones" haciendo zonas restringidas para que se visualicen mucho antes de llegar. Las glorietas también pueden obligar a reducir la velocidad excesiva que se alcanza en la zona, incluso en horas nocturnas.

La incorporación de un carril central para permitir los giros a la izquierda o la protección de los aparcamientos, una de las peticiones de los vecinos ante las dificultades para estacionar en esa vía, son algunas de las propuestas de un trabajo que va a "definir estrictamente las paradas de bus y de carga y descarga", explicó el técnico, para que no resten visibilidad.

La primera acción será el refuerzo de la señalización en pintura para dar soluciones rápidas, pero cuando se haga un paso elevado ya hay que cambiar canalizaciones y en parte las aceras, de ahí que las obras deban comenzar, según el técnico, a partir del próximo mes de abril.

La titular de Infraestructuras y Vivenda, Ethel Vázquez, y el alcalde de la ciudad mantuvieron horas antes de esta visita a la carretera de A Granxa un encuentro con representantes de la Asociación de Vecinos O Barrio y de Stop Accidentes, a los que les presentaron las actuaciones previstas en esta vía. En este encuentro también participaron los concejales de Seguridad e Infraestructuras, Flora Moure y José Araujo, respectivamente.

Las propuestas presentadas ayer a los vecinos han sido diseñadas por la Xunta "con un doble objetivo: lograr que esta vía sea más segura para todos los usuarios, tanto para vehículos como para peatones, estos últimos los más vulnerables", indicó la conselleira Ethel Vázquez , quien concretó que, además, se mejorará la circulación peatonal en las zonas donde no hay aceras acondicionadas".

En el acto participaron junto con la delegada de la Xunta en Ourense, Marisol Díaz Mouteira, técnicos de Xunta, Concello representantes de la asociación vecinal O Barrio, entre ellas su presidenta, Inmaculada Freijeiro, que acumula lustros pidiendo mayor seguridad vial en la carretera de A Granxa, y de Stop Accidentes.

La conselleira hizo un llamamiento a la implicación y a la prudencia de los conductores y de los peatones ya que, subrayó, "la seguridad viaria es cosa de todos y todos tenemos nuestra parte de responsabilidad".