Tras meses de pruebas y exámenes neurológicos, los forenses desbloquearon la investigación del asesinato de Isabel Fuentes al considerar que el sospechoso, el marido, conservaba facultades para enfrentarse a un juicio a pesar de las secuelas del ictus que sufrió tras el crimen y un intento de autolesión. Diez meses después del asesinato en el hospital de Ourense, Aniceto Rodríguez Caneiro, de 77 años, compareció ayer en el juzgado de Verín para ser interrogado. Llegó en ambulancia desde la prisión ourensana de Pereiro, bajo custodia de la Guardia Civil. Respondió a todas la preguntas formuladas. El encausado es imputable, según los forenses, aunque en el acto mostró signos de flaquezas de memoria y respuestas con algunas lagunas. Con esos matices, Aniceto Rodríguez reconoció haber acuchillado a su esposa, el 8 de mayo de 2015, así como la agresión en el domicilio conyugal de Pazos (Verín), la madrugada del 1 al 2 de abril, que la dejó en coma y que trató de camuflar como un robo de extraños. A cuestiones alusivas a los hechos de la juez, la abogada de las víctimas o el fiscal, el presunto asesino respondió más de una vez que "si ustedes lo dicen, será verdad".

Le mostraron el papel manuscrito hallado en su bolsillo el día del asesinato. La nota decía que su esposa Isabel Fuentes, de 66 años, había sido víctima de un "fuerte golpe" y también que su intención era que "nos vayamos juntos" y que lo enterraran junto a ella. Aniceto Rodríguez reconoció que el escrito era suyo. El documento fue clave para que la juez acumulara en un único proceso las dos causas abiertas, hasta hace unos días, por el falso robo en el domicilio y el crimen.

También le exhibieron el martillo presuntamente utilizado para golpear brutalmente a su mujer, en el domicilio conyugal, la noche del 1 al 2 de abril. No llegó a reconocer que la hubiera usado. De igual modo le fue mostrada una fotografía del cuchillo con el que remató a la mujer en el CHUO. No recuerda si lo cogió en casa -fue carnicero- o si lo compró expresamente.

Dos delitos y más de 25 años

El septuagenario, que podría enfrentarse a más de 25 años por un delito de asesinato y otro de tentativa, también zanjó algunas preguntas con un "no recuerdo", además de sus afirmaciones dubitativas. El fiscal trató de buscar un porqué a la comisión del crimen tras más de dos décadas de matrimonio, sin que trascendieran antecedentes de violencia machista. Le preguntó si después de la muerte de la madre de Isabel, a la que la mujer cuidó con esmero, sintió algún tipo de celos. El marido declaró que vivían "amargados".

Después de dos intentos previos de toma de declaración que terminaron suspendiéndose por indisposiciones del encausado -uno, después de su alta hospitalaria y el último, por videoconferencia, en septiembre-, Aniceto Rodríguez estuvo ayer una hora atendiendo el interrogatorio. El fiscal delegado de Violencia de Género, Julián Pardinas, dijo a los periodistas que el detenido contestó "dentro de sus limitaciones", debido a su estado de salud.

La defensa pedirá más pruebas

La defensa, que al igual que la letrada personada en representación de la Xunta no formuló preguntas, cree que el informe de los forenses del Instituto de Medicina Legal (Imelga) no basta para acreditar que el hombre esté en condiciones de ir a juicio. El abogado considera que su cliente padece una afectación neurológica, por lo que está estudiando pedir pruebas ampliatorias de tipo psiquiátrico sobre su estado en el momento actual y cuando ocurrieron los hechos.

Después de una temporada en la cárcel pontevedresa de A Lama, con mejores instalaciones médicas, Aniceto lleva varias semanas en el centro penitenciario de Pereiro. Convive en la celda con un interno de apoyo. Cumplida la declaración, el proceso irá con celeridad, una vez que la fase de instrucción está casi culminada. El fiscal cree que el juicio podría celebrarse antes de final de año. A la vez que unió en una sola causa los dos delitos contra el marido, la magistrada de Verín rechazó la opción de un jurado popular. La acusación particular apelará a la Audiencia Provincial. La Fiscalía ve oportuno el trámite de sumario. Si se ratifica, tres magistrados de la Audiencia dirán si Aniceto es culpable.

La juez titular del caso, María Cristina Fernández Viforcos, es la misma a la que la familia denunció ante el Consejo General del Poder Judicial por una supuesta negligencia, al no restringir las visitas al marido cuando la víctima estaba hospitalizada, pese a que la Guardia Civil avisó del "peligro" que suponía por ser el "principal sospechoso" del primer ataque.

| Un intento homicida disfrazado de un falso robo. A las 0.30 horas, Aniceto Rodríguez denuncia que unos asaltantes desconocidos habían entrado a robar en el domicilio conyugal de Pazos (Verín), golpeando a su mujer en la cabeza. Isabel Fuentes cayó en coma. La investigación demostró que fue agredida con un martillo y se descartó la acción de ningún extraño. La Guardia Civil apuntó al esposo a los 5 días. La juez no vio indicios de un acto machista. Hasta este mes de febrero, mantuvo en causas separadas ese primer ataque y el asesinato consumado en el hospital de Ourense.

| Asesinada con un cuchillo en la cama del hospital. Tras un mes ingresada en el CHUO, y a punto de volver a ser capaz de hablar, Isabel Fuentes fue asesinada por su marido entre las 6 y las 7 horas del 8 de mayo de 2015. Le asestó una única cuchillada que le alcanzó el corazón. Después intentó autolesionarse y sufrió un ictus.