El futuro del centro de interpretación de parques naturales de Galicia que estaba en construcción en unos terrenos de Quintela, y paralizada desde hace cuatro años, dependerá de la decisión que adopte el Gobierno central y la Xunta. Así lo puso de manifiesto el alcalde Jesús Vázquez, además de reconocer las dificultades que existen después de que la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil contemplase la zona donde se ubica como inundable en su plan hidrológico.

Lo que también indicó el regidor durante su comparecencia de ayer para dar a conocer los acuerdos adoptados en la Junta de Gobierno Local es que abordará con los grupos municipales el informe solicitado a la Consellería de Medio Ambiente, y del que adelantó FARO en su edición de ayer algunas cuestiones que revelan la necesidad de una reformulación del proyecto.

En este sentido, y evitando entrar en cuestiones puntuales, a la espera de poder analizar con los portavoces de los grupos municipales el contenido del informe, Jesús Vázquez subraya la necesidad de "cumplir con todos los requisitos", en alusión a lo que establece la Confederación Hidrográfica, relativo a zona inundable, y a las nuevas normativas, que llevaron consigo una modificación respecto al momento en que se puso en marcha el proyecto.

Paralización

Una de las cuestiones que quiso aclarar el alcalde está relacionada con la paralización de las obras del centro de interpretación de parques, que fue por parte de un alto cargo del Ministerio de Medio Ambiente en el gobierno socialista, una vez se tuvo conocimiento de que los terrenos estaban en "zonas de flujos preferentes", con el riesgo que eso supone.

La decisión que se adoptó cuando se había ejecutado una buena parte de las obras del futuro edificio, en las que ya se habrían invertido más de 2,1 millones de euros de los algo más de 8,5 millones en los que se había estimado su coste total.

En este sentido, y sin entrar al detalle del informe remitido por la Xunta, Jesús Vázquez ratificaba la opción de levantar un muro de contención delante de donde se encuentra la infraestructura a medio construir, con la intención de adoptar medidas al tratase de zona inundable.

Y aunque no existe decisión alguna al respecto, la estimación de costes de la obra en cuestión, por encima del medio millón de euros, frenaría que se llevase a cabo. Además de que en su momento se debería contar con el informe favorable de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que sería determinante.