José Manuel P. D., sin antecedentes penales hasta la fecha, acató ayer una condena a un total de 1 año de prisión como responsable de cuatro delitos contra los animales domésticos, una infracción tipificada en el artículo 337 del Código Penal. El encausado no apretó el gatillo, pero buscó y prestó la escopeta con la que un amigo mató a cuatro perros. El acusado sí que se encargó, además, de enterrar los cuerpos sin vida de los canes. El propietario y la persona que presuntamente disparó a los animales también se encontraba acusado. La Fiscalía de Ourense pedía una condena de 3 años de prisión, pero el proceso en su contra fue archivado porque ya falleció el pasado mes de diciembre.

El ministerio público considera que el propietario tomó la decisión de acabar con la vida de los animales con anterioridad al día 19 de febrero de 2015. P. P. G. quería matar a cuatro perros de su propiedad que tenía en una finca de la localidad de Santa Uxía de Piñor, en el término municipal de Barbadás.

Un vecino los alimentaba

Los animales se encontraban en malas condiciones: siempre atados con cadenas, alimentados por un vecino y en condiciones higiénicas deplorables, según la descripción de la Fiscalía de Ourense. Los canes no disponían de cartilla sanitaria ni microchip, ni tampoco estaban vacunados o desparasitados.

Según los argumentos de la acusación pública, el propietario le pidió a su amigo, el acusado José Manuel P. D., que le facilitara un arma con la que sacrificar a los canes. Tal y como queda probado con la conformidad prestada ayer por el encausado, el día 19 de febrero, José Manuel cogió del domicilio de su hermano una escopeta de caza de caños paralelos; un arma propiedad de su familiar.

El acusado llevó la carabina a la finca donde lo estaba esperando el propietario de los animales. Según la versión de la Fiscalía, el dueño cargó el arma y disparó varias veces contra los canes. Todos murieron. Finalmente, tal y como se ha quedado acreditado, José Manuel enterró los cadáveres de los perros en la propia parcela, y a continuación devolvió la escopeta al domicilio de su hermano.

El arma utilizada para dar muerte a los perros fue decomisada por la Guardia Civil el día 3 de marzo de 2015, para su depósito en el servicio de Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de Ourense.

Denuncia administrativa

El hermano del acusado se libró de este proceso, ya que la Fiscalía entiende que es un tercero de buena fe que no tuvo participación en los hechos. El ministerio público solicita que, una vez sea firme la condena -y estos efectos serán casi inmediatos al tratarse de una sentencia de conformidad- que la escopeta sea devuelta a su dueño.

En cualquier caso, el propietario del arma fue denunciado por la Guardia Civil, en vía administrativa, "por falta de diligencia en la custodia del arma", que su hermano cogió de su domicilio para hacer posible la matanza de los perros.