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"No debe confundirse estafa con corruptelas", dice la Audiencia en una sentencia absolutoria

El dueño de una vivienda que tenía en propiedad con su exmujer y el inquilino de la misma, acusados de los presuntos delitos de estafa y falso testimonio, por no haberle abonado supuestamente la mitad del alquiler del piso en los años anteriores a 2004, han sido absueltos por la Audiencia Provincial de Ourense.

El fallo es de 12 de febrero, solo dos días después de la vista. La Sala subraya la "inexistencia de la menor prueba" de que los imputados se hubiesen puesto de acuerdo, como aseguraba el fiscal. "No concurre la más leve evidencia", subraya el ponente, de un presunto intento de manipulación. Para que exista una estafa , "una de las partes engaña al juez" y le induce "a dictar una determinada resolución que perjudica los intereses económicos de la otra parte", con la presentación de "documentos manipulados, testigos o peritos falsos o contratos ficticios". En este caso, considera que "no cabe hablar de la presencia de la manipulación de pruebas o de uso de otro fraude procesal", y advierte de que no debe "confundirse el delito de estafa procesal" con ciertas "corruptelas" del transcurso del procedimiento.

"Tampoco la aportación de alegaciones falsas es por sí misma suficiente para hablar de un delito de estafa procesal, sino que es necesario que tenga lugar una verdadera maquinación típica", abunda el fallo. La Audiencia habla de una discusión ocurrida "en el seno del procedimiento sobre el alcance jurídico de unos hechos concretos".

En lo que respecta al inquilino, considera que tampoco "se infiere" que tuviese "intención de faltar a la verdad", "máxime cuando fue su fallecida esposa la que firmó el contrato arrendaticio de 1999 y que cuando declara en el proceso reclamatorio han transcurrido más de 13 años desde esa fecha". La Fiscalía sostenía que el propietario, para quien solicitaba 2 años y medio de cárcel, omitió "conscientemente" aportar el contrato del año 1999 a fin de inducir "a error" al juzgador, que dictó una sentencia en la que solo reconocía las rentas a partir de 2004. Además, acusaba al inquilino de falso testimonio. La Audiencia dice que no. Cabe recurso al supremo.

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