El gobierno del Partido Popular consiguió sacar adelante la propuesta de pedir a la Xunta y al Ministerio de Fomento la firma de un convenio para la futura estación del AVE, que integre la estación de autobuses ganadora del proyecto licitado por el Ejecutivo gallego, para que se garantice la intermodalidad de ambas edificaciones y su integración urbanística con la trama urbana de los barrios de A Ponte y O Vinteún.

Una enmienda tumbó la iniciativa presentada por el grupo socialista, en la que se planteaba la "paralización inmediata" del procedimiento de licitación de redacción del proyecto para la construcción de la nueva estación de autobuses adosada a la estación Empalme, que será la de la alta velocidad.

Los diez votos de los populares fueron suficientes para rechazar la propuesta de los seis ediles socialista, que contaron con el apoyo de los tres concejales de Ourense en Común, al abstenerse los ocho de Democracia Ourensana, que rubricaron el anuncio de su portavoz, Gonzalo Pérez Jácome, de adoptar esa postura en todas las mociones.

Aunque en el debate suscitado Jácome dijo suscribir en su totalidad la iniciativa presentada por el PSOE, se mantuvo firme, junto a sus compañeros de grupo, en la abstención, por entender que "no sirven para nada las mociones", con lo que al final se aprobó la enmienda de los populares, que según explicó el edil de Urbanismo, José Cudeiro, es "la más realista".

Obra cuestionada

El portavoz socialista, José Ángel Vázquez Barquero, presentó como uno de los argumentos concluyentes para defender la paralización del proyecto de la Xunta para la nueva estación de autobuses, un escrito de la delegación de Ourense del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia, en el que se "cuestiona abiertamente" la actuación, que supone una inversión de 3 millones de euros, y que llegan a calificar de "irreal".

Para apuntalar sus argumentos, el portavoz socialista no dudó en proclamar que los arquitectos ourensanos "piensan en el interés de la ciudad, no así los de la Xunta o Adif", en referencia al proyecto de la nueva estación de autobuses que se quiere implantar al lado de la del AVE, en A Ponte.

Sobre esta cuestión, el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, aclaró que el proyecto de la Xunta "no es una actuación política, sino de los técnicos y profesionales de la arquitectura e infraestructuras", y defendió la enmienda presentada, que pasa por el convenio entre las tres administraciones implicadas en la integración de la alta velocidad en la ciudad, que incluye la estación intermodal.

Otra de las cuestiones que marcó las diferencias de planteamiento entre los socialistas y el gobierno popular es la relacionada con el proyecto de la estación del AVE de Norman Foster, que de nuevo defendió Vázquez Barquero, mientras que Cudeiro advertía que "apoyamos una estación digna y funcional", en la línea de lo manifestado por la ministra en funciones de Fomento, Ana Pastor.

Además de concretar que en estos momentos "no estamos para proyectos irrealizables", en alusión al alto coste del proyecto, así como su propia viabilidad en función del proyecto de integración que está pendiente de concretarse en lo que a la estación se refiere. Y recalcó que "no se puede impedir una actuación" como la que se presentó por parte de la Xunta, que lleva consigo una importante inversión en la ciudad, ya que el proyecto asciende a 3 millones de euros.

En lo que estaban de acuerdo todos los grupos políticos es en la necesidad de que las actuaciones que se ejecuten no lleven consigo una "ruptura" entre los dos barrios, el de A Ponte y O Vinteún, como existe en la actualidad. Dicho lo cual, el gobierno popular se muestra convencido de que se optará por el mejor proyecto, mientras que los grupos de la oposición le reprochan que se "plieguen" a lo que se les diga tanto por parte de la Xunta como por el Ministerio de Fomento. Así, Pérez Jácome proclama que "nos quieren colocar una estación low cost de los chinos".