Hay reacciones intuitivas en caso de un incendio en el domicilio que pueden empeorar la situación. Si empieza a arder una sartén al fuego, arrojar agua puede avivar las llamas por la reacción con el aceite. Reformar el salón revistiendo la chimenea con madera también puede ser un riesgo que dé lugar a un incendio. Ante un fuego eléctrico, lo mejor es bajar los plomos. La central de emergencias del 112 recoge en su web varios consejos para mantener la casa segura: tener la chimenea limpia, revisar periódicamente la instalación de gas y calefacción, y actuar con precaución con braseros, "unha fonte de risco potencial na produción de incendios no fogar ou mesmo de acumulación de monóxido de carbono", señala el 112. En las casas del rural juegan otros factores como la antigüedad de las instalaciones eléctricas, que pueden dar lugar a cortocircuitos, o el hecho de que la madera haga muy difícil minimizar daños si se produce una combustión. El responsable del GES en Muiños, uno de tantos profesionales que en Ourense pueden encontrarse con estas emergencias en su día a día, ve fundamental que "cada concello a través de su agrupación de Protección Civil concienciara a los vecinos, formándolos en autoprotección, para que sepan como actuar según la situación".