El tercer incendio registrado en una vivienda de la provincia de Ourense desde el domingo, el segundo en el medio rural, dejó destrozada una vivienda unifamiliar de la aldea de Videferre, en el ayuntamiento de Oímbra, a última hora de la noche del martes al miércoles. El propietario, único habitante de la casa y que no se encontraba en el interior al iniciarse la combustión, perdió todas las pertenencias que guardaba en el interior, e incluso documentación y los 600 euros de la paga que había cobrado el martes en una entidad bancaria de Verín.

La Guardia Civil ha abierto una investigación para determinar las causas del fuego, aunque las primeras hipótesis apuntan a un posible cortocircuito. La estructura de madera del interior avivó las llamas, que avanzaron rápidamente. De hecho, se propagaron a las dos casas colindantes, que sufrieron desperfectos.

Un particular dio la voz de alarma a la central de emergencias del 112, a las 12 horas de la noche del martes al miércoles. Fueron movilizados profesionales de los servicios de bomberos de Verín y Xinzo de Limia. En el momento de iniciarse el fuego, el propietario se encontraba en el bar de la localidad, por lo que no hubo que lamentar daños personales. El ruido de la combustión alertó a los vecinos.

En la llamada de aviso al 112, el particular ya adelantaba que el fuego ponía en peligro a otras tres edificaciones de la zona. Los bomberos confirmaron a la central que la vivienda había quedado arrasada por las llamas. El interior, que estaba dividido en tres habitaciones y tenía dos alturas, quedó completamente colapsado, reducido a cenizas, escombro y un amasijo de hierros, a pesar del esfuerzo de los vecinos de Vidaferre por intentar apagar el incendio con sus propios medios desde un primer momento.

Piden que el Concello ayude

En el operativo de emergencias también intervinieron voluntarios de Protección Civil y agentes de la Guardia Civil. Asimismo, el 112 informó del suceso a personal del ayuntamiento de Oímbra. Los bomberos de Xinzo y Verín pudieron evitar, al menos, que la propagación del fuego a las casas colindantes no fuera a más. Las llamas se extendieron por la parte superior, afectando al tejado y a parte de las fachadas de las otras casas.

El operativo de extinción se prolongó hasta las 3 de la madrugada. Tras perderlo todo en el incendio de su casa, los vecinos confían en que el Concello de Oímbra preste ayuda al afectado a través de los servicios sociales para poder hacer frente a las dificultades. "No le quedó más que la ropa que llevaba puesta", lamentaba ayer gráficamente una vecina.