La familia de Isabel Fuentes está molesta con la tardanza y "dejadez especial" de la instructora de Verín en resolver varias de sus peticiones, incluidas cuestiones de oficio como la transformación o no del caso en un proceso con jurado, o la acumulación en un único sumario de las dos diligencias abiertas, por el momento, en relación a la víctima. La autoridad es la misma a la que los allegados han denunciado ante el Poder Judicial por posible desatención, puesto que descartó poner el foco en el marido cuando la Guardia Civil le advirtió del "peligro" que suponía para la mujer, apuntando a él como autor de un ataque previo en el domicilio conyugal que disfrazó de robo. La juez rebajó sus certezas a "conjeturas" y, de hecho, aún mantiene abierta las diligencias del falso robo.

Prueba caligráfica de una nota

La magistrada sí ha accedido a dar copia de las grabaciones de seguridad del hospital a la familia, así como traslado a la Fiscalía para que dé su parecer sobre el trámite procesal adecuado ante el caso de asesinato y el episodio anterior, que todo indica fue un primer intento homicida. La abogada particular, Beatriz Seijo, también ha solicitado la reconstrucción de los hechos en la vivienda de Pazos -cuestión que no le urge tanto-, así como la declaración de los investigadores de la Guardia Civil. Solicitará, asimismo, una prueba caligráfica por una nota que podría haber sido redactada por el asesino.