El juicio por la presunta estafa en una sucursal de Celanova se celebrará en la Audiencia Provincial de Ourense los días 24 y 25 de febrero, dos meses después de que la misma sala encausara a un extrabajador de banca que admitió un desfalco.
El 16 de diciembre pasado, Luis Rego Villar mostró su conformidad con una condena rebajada a tres años de prisión por estafa, falsedad documental y alzamiento de bienes; un castigo que eludirá si reintegra el dinero defraudado y no delinque en un plazo de 5 años. El acuerdo significó reconocer que había estafado 420.000 euros a cinco clientes de la antigua Caja Madrid (Bankia tras la fusión de varias cajas y el rescate con dinero público), en la localidad ourensana de O Carballiño.
El acusado, que se dedicaba a las labores de comercial y atención en caja. falsificó papeles bancarios imitando la firma de los perjudicados con su puño y letra. Sufría ludopatía. Esa fue la principal atenuante, junto a la dilación del caso y el reconocimiento de los hechos. Se entregó en la Guardia Civil después de una información de prensa. Su esposa también se sentó en el banquillo y aceptó el acuerdo. Mostró su conformidad con una condena de 9 meses de prisión por colaborar en un alzamiento de bienes.
A la fecha de celebración del juicio, la entidad bancaria -rescatada por todos con cargo al erario público- no había reintegrado ni un euro a las víctimas. "El banco mostró una indiferencia total ¿Por qué esperar tantos años para llegar a un arreglo? Nunca se preocupó de mi madre. El daño moral no se paga", decía el hijo de una de las víctimas estafadas, a la salida del juicio cerrado en acuerdo.
Los perjudicados vieron desaparecer de sus cuentas elevados importes de dinero. El mayor damnificado se quedó sin más de 250.000 euros por culpa del extrabajador del banco. A otras víctimas les estafó 45.200 euros, 40.000, 24.000 euros y 60.000. Empieza la fase de que recuperen sus ahorros. En caso de que el estafador no satisfaga las cantidades, deberá hacerlo Bankia como responsable civil subsidiario.
