Los montes de Naves, Palmés, desde los que se puede contemplar una de las mejores vistas de la capital de As Burgas, se tiñeron de negro a finales del pasado julio en un incendio que duró varios días y arrasó más de 200 hectáreas. Los efectos devastadores del fuego siguen ahí, a solo 17 kilómetros de la capital, y ha sido un grupo de menores el que ha tomado la iniciativa de reforestar el terreno.

La actividad la organizó el grupo Scout Ilex 959 y contó con la participación de una docena de chavales de entre 8 y 13 años que visitaron la zona y plantaron 50 árboles (carballo, freixo y pradairo) y realizaron trabajos para evitar la erosión. En una ruta por la zona conocieron al presidente de la comunidad de montes que les relató como el fuego arrasó la masa forestal y algunos vecinos les salieron al paso para felicitarles por una iniciativa que, dijeron, no ha llegado desde la administración pública.

El coordinador del grupo Scout, Xulio López, observó que el paisaje en negro causó impacto entre los chavales, que se mostraron muy sensibilizados, con ganas de contribuir a la recuperación de la zona y de evitar nuevos desastres medioambientales. El objetivo de este grupo es, precisamente, "formar personas comprometidas con la sociedad" a través de pequeñas intervenciones. "Con esta plantación no vamos a resolver el problema de Palmés pero los traemos aquí para que lo vean y perciban la importancia de cuidar y respetar el medio", indica Xulio López.

La visita, que incluyó un recorrido por el Mosteiro de Santa Comba de Naves que acaba de ser vendido a un particular, y As Conchadas, estuvo guiada y explicada por el activista medioambiental y miembro de Amigos da Terra, Xosé Santos, que además es agente foresta y coordinó los primos trabajos de los servicios de extinción de la Xunta en el incendio de Palmés. La vuelta al escenario le creó "tristeza" pero también "esperanza" porque los niños volvieron a casa muy motivados y con la propuesta de crear "patrullas" en verano para vigilar los montes. Santos les explicó que la recuperación en Naves será lenta porque el incendio afectó a una que ya ardió en 2005, por lo que el suelo está muy deteriorado y la regeneración espontánea de la vegetación "es más difícil".