El Concello de Castro Caldelas reconoce su "incapacidad económica" para solicitar un convenio con el Obispado, con el fin de lograr la cesión y poner en valor los monasterios en ruinas que hay en la zona, sobre todo el de San Pío, por sus grandes dimensiones y la importancia que tiene como "el gran monasterio desconocido de la Ribeira Sacra", que mantiene en pie riquísimas estructuras, porque "supondría hipotecar al municipio durante treinta o cuarenta años", debido al escaso número de población que tiene, por lo que su presupuesto anual se reduce a un millón de euros.
Según fuentes del propio municipio, el Obispado cedió este monasterio a particulares, durante un periodo de tiempo determinado, pero dada la elevada cantidad que se requiere para su rehabilitación, ha ido pasando de unas manos a otras, durante los últimos quince años, sin que ninguno de ellos realizara la restauración.
La única actividad que tiene en la actualidad, es la visita que realiza todos los años la Asociación Soriso do Daniel, dedicada a la recuperación del románico. "Vienen aquí todos los años, para limpiar la maleza", apuntan fuentes municipales.
También dentro de la Ribeira Sacra, en el monasterio de Montederramo se encuentran el bar del alcalde, un restaurante, viviendas y el colegio público, después de que cerrara una panadería.