Coincidiendo con la estabilización de los ríos de la demarcación Miño-Sil tras las crecidas de la última semana y varios episodios de anegamientos en localidades como Baños de Molgas, Monterrei, O Barco, Ribadavia y la capital de As Burgas, el Gobierno aprobó ayer el plan de gestión de riesgo de inundación para la demarcación correspondiente al período 2016-2021.

El Consejo de Ministros le dio luz verde ayer, al igual que a otros once planes similares para el resto de demarcaciones de competencia estatal y a las de las cuencas de ámbito autonómico entre las que se encuentra la de Galicia Costa.

Estos planes de gestión de riesgo de inundación son la herramienta fundamental con la que poder hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos. Dichos documentos abarcan todas las fases del riesgo de anegamiento, desde su prevención hasta la protección de las zonas de riesgo y la recuperación de las áreas afectadas una vez que estos fenómenos se producen. La totalidad de los planes aprobados dispondrán de 800 millones de euros de presupuesto hasta 2021 para iniciativas encaminadas también a la adaptación al cambio climático, que se ha convertido en una prioridad.