El inventario realizado por los técnicos municipales sobre el material informático que tenía como destino el edificio de La Molinera, -que a día de hoy permanece cerrado y donde se ubicará el denominado Centro del Conocimiento-, en el que se revela la falta de diferentes aparatos, llevó consigo que el concejal responsable del área de Servicios Generales y Promoción Económica, Jorge Pumar, presentase en la Comisaría de Policía la correspondiente denuncia.

El desembolso realizado por el Concello en 2012 para la compra del material informático necesario fue de 540.000 euros, contando con la correspondiente subvención del Gobierno central, y fue almacenado en varias dependencias municipales, sin que se llegase a utilizar, por lo que en su momento los grupos de la oposición advertían al gobierno socialista que no había garantía alguna de que funcionasen, debido a que estarán "obsoletos".

Con la llegada del nuevo gobierno popular, una de las actuaciones pasaba por la apertura del edificio de La Molinera, por lo que una de las decisiones fue finalizar todo el proceso administrativo, así como la situación en la que se encontraban todos los equipos informativos que se habían comprado en su momento.

Así, en la denuncia formalizada el 12 de enero, horas después de que le fuese entregado el informe sobre el equipamiento informático, el concejal de Servicios Generales aporta el mencionado informe sobre el material que había sido recepcionado y estaba embalado en los almacenes y el parque móvil del Concello, en instalaciones del Campo da Feira, para su posterior traslado al Centro del Conocimiento, y que revela la desaparición de diferentes aparatos suministrados por tres empresas a las que se le realizó la compra por parte del Concello.

También se hace constar en la denuncia que el edificio de La Molinera no presentaba signo alguno de haber sido forzada la entrada, al no apreciarse manipulación en la cerradura ni en otras zonas de acceso.

Lo que investiga ahora la Policía es si el material que desapareció de las dependencias municipales en las que se habían depositado, cuyo valor de compra estaría entorno a los 20.000 euros, y que estaba sin desembalar, fue sustraído o se produjo una apropiación indebida del mismo.

El edil de Servicios Generales aseguró ayer a FARO que la decisión de denunciar la desaparición de todo ese material es "la correcta", y es lo que debe hacer un responsable político en "defensa de los intereses de los ciudadanos". Además de advertir de que "estamos hablando de dinero público", por lo que la única decisión es "denunciarlo".

Sobre lo que evitó pronunciarse Jorge Pumar es en lo relacionado con la utilidad de todo ese material que se compró en 2012 y si puede estar "obsoleto".

Y siguiendo la hoja de ruta que anunció el alcalde Jesús Vázquez destacó que de inmediato se procederá a la apertura de esa infraestructura, que supuso una "importante inversión" para la construcción en la antigua Molinera de un edificio para actividades relacionadas con las nuevas tecnologías.