La Diputación de Ourense presentó ayer el séptimo informe del observatorio económico provincial que estudia la situación laboral y empresarial concello a concello y que, en esta ocasión, incorpora un análisis pormenorizado de las pensiones, su cuantía y número de beneficiarios en relación con los afiliados y el territorio. Los datos se presentaron ayer en un acto en el centro cultural Marcos Valcárcel a cargo del presidente provincial, José Manuel Baltar, el profesor universitario coordinador del trabajo, Andrés Mazaira, y el gerente del Inorde, José Manuel Rodríguez, al que asistieron alcaldes y otros representantes políticos.

Aunque el informe constata una mejora progresiva en la proporción de activos sobre pensionistas desde comienzos de 2014, en 79 de los 92 ayuntamientos el censo de personas que perciben una paga contributiva es mayor que el de trabajadores afiliados a la Seguridad Social. Es la comarca de Ourense la que representa la excepción y la única zona de la provincia que mejora la media gallega. Según los datos incluidos en este documento, en la área metropolitana de As Burgas hay un 41% más de afiliados que de pensionistas lo que se explica en que "el envejecimiento poblacional penaliza menos en la capital y su entorno que en el resto de la provincia". Al mismo tiempo, destaca, existe la creación de empleo neto lo que compensa la moderada subida del 5% en el número de pensionistas en la comarca de Ourense entre 2011 y 2014.

Esta situación favorable en la capitalidad y su área de influencia se ve potenciada, precisamente, por la aportación de municipios limítrofes. En Barbadás, por ejemplo, hay un 124% más de trabajadores activos que de pensionistas y en San Cibrao un 70%, frente al dato para el conjunto de la provincia que apenas llega al 4%.

A excepción de la comarca de Ourense, las once restantes de la provincia soportan un cociente negativo, con más pensionistas que trabajadores en activo. La comarca de Valdeorras, antes en una situación similar a la de Ourense, sufrió la inversión en 2012 y en la actualidad registra una proporción de 98 afiliados por cada cien pensionistas.

Según recoge el informe del observatorio provincial, la mayor descompensación se da en la Baixa Limia, donde solo se contabilizan 60 empleos por cada diez pensiones.

En este contexto, dichas pensiones constituyen la principal fuente de ingresos de las familias en el medio rural pero el número de perceptores también se ha ido reduciendo al tiempo que la provincia sufre las graves restricciones demográficas. El informe cifra en 70 el número de municipios en los que ha bajado el censo de pensionistas y en 748,71 euros el importe medio, con datos de 2014, lo que supone que cobran 100 euros menos de media que el conjunto de Galicia. También existen notables diferencias entre los vecinos. Los de Carballeda de Valdeorras perciben 934,34 euros al mes frente a los de Quintela de Leirado, que cobran 581, lo que supone una diferencia de 358 euros al mes en la misma provincia.