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El gobierno cree que las bandas reductoras de velocidad no son solución a los atropellos

PSOE y DO aprobaron la moción que obliga a instalarlas -La edil de Tráfico afirma que los accidentes se producen en puntos dispersos y la Mesa da Mobilidade debe dar las soluciones

La calle Paseo atestada de coches pese a ser una vía peatonal. // Jesús Regal

El grupo de gobierno local ha tenido que aceptar la decisión del pleno en el que, con los votos a favor de PSOE y DO, se aprobó una moción socialista para la instalación de bandas de reducción de velocidad en un punto concreto del casco urbano, la carretera de A Granxa . La intención era la de reducir el alto número de atropellos en la ciudad,19 desde el mes de diciembre, con jornadas de dos atropellos casi a la misma hora en un mismo día.

Sin embargo la edil de Seguridad Ciudadana y Policía Local Flora Moure mantiene que las bandas reductoras de velocidad "no son la solución" . El mapa de atropellos ha sido en puntos de la ciudad muy variados y distantes entre si y según la edil, las soluciones a este grave problema "que tanto preocupa al gobierno local", afirmó, deben ser multidisciplinares y debe "tomarlas la Mesa da Mobilidade, pues esa es su función".

Flora Moure apela incluso a una respuestas dada por el anterior alcalde el socialista Agustín Fernández, del mismo grupo por tanto que el partido que presentó la moción al pleno del viernes, quien ante una moción, similar que se le presentó para rebajar la siniestralidad en el casco urbano, señaló que uno de los problemas de los accidentes, podría ser el exceso de velocidad y que no se solucionarán con radares en cada esquina.

De hecho las bandas de reducción de velocidad que ha solicitado la oposición irían en la carretera de A Granxa, pero entre los últimos atropellos el más insólito costó la vida a un hombre que se encontraba sentado en un banco situado en una acera del barrio de A Ponte. Ni siquiera estaba cruzando la calle.

151.000 viajeros van en coche

El propio grupo de Ourense en Común, presentó un mapa que demuestra, según señaló u portavoz, Martiño Xosé Vázquez, que no existen puntos definidos para los atropellos en el casco urbano y por tanto no basta con reducir las siniestralidad.

Los dos primeros atropellos de este año en la ciudad que se produjeron además con quince minutos de diferencia, tuvieron como víctimas, por suerte menos graves, a dos viandantes que, e en el momento de ser alcanzados por el vehículo estaban atravesando la carretera por pasos de peatones.

Ourense en Común presentó un estudio que aporta una de las posible claves de la siniestralidad, el gran número de viajeros en vehículo privado que registra al día la ciudad, para recorrer unos tramos urbanos que, en la mayoría de los casos, podrían hacerse a pie. Según explicó Martiño Xosé Vázquez, la ciudad tienen un tráfico interno de unos 151.227 viajeros que se mueven en vehículos particulares, frente a los 35.473 que lo hacen en transporte urbano.

Pese a que Ourense en Común hizo un recuento de las innumerables medidas que habría que ir adoptando para mejorar la movilidad urbana en la ciudad y reducir la siniestralidad y apeló ya en parte a las 29 que intuye en su programa, PSOE y DO, apostaron por ahora por esa medida unilateral, que a a través de la moción sacaron adelante y que el gobierno local tendrá que cumplir: instalar bandas reductoras de la velocidad en Carretera da Granxa para minorar la velocidad de tráfico "poder así evitar accidentes y garantizar la seguridad de los vecinos de la zona, solicitando para ello los permisos oportunos a la Xunta de Galicia". Unas bandas que sin embargo han sido eliminadas en otras ciudades.

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