El consejo de ministros ha aprobado el Plan de Cuenca de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS), correspondiente al período 2016-2021, de forma conjunta con los de otras once zonas hidrológicas del Estado, correspondientes a las demarcaciones del Cantábrico Occidental, Cantábrico Oriental, Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Segura, Júcar, Ebro, Ceuta y Melilla.

Los objetivos generales que persigue el nuevo Plan de cuenca de la CHMS son "conseguir el buen estado y la adecuada protección del dominio público hidráulico, la satisfacción de las demandas", incrementando la disponibilidad de recurso y racionalizando sus usos en armonía con el medio ambiente y los demás recursos naturales, eliminado el mayor número de vertidos inadecuados posibles, mejorando la calidad del medio hídrico e intentando compatibilizar al máximo el uso del agua con el medio ambiente, prestando especial atención a la prevención de fenómenos extremos, sequías e inundaciones.

Para alcanzar estos objetivos, el Plan de Cuenca de la CHMS propone en su programa un total de 496 medidas, con una inversión de 426 millones de euros, hasta el horizonte 2027. Del montante global, 36 millones se destinarán a la "satisfacción de las demandas" y a medidas específicas de protección de agua potable, principalmente para la realización de distintas mejoras en el abastecimiento de Ourense capital y su área metropolitana, Lugo y Monforte de Lemos; 223 millones van dirigidos a adoptar medidas para mejorar el saneamiento y depuración, destacando la nueva EDAR de Ourense, la mejora del saneamiento de Lugo capital, así como las nuevas depuradoras o las mejoras de las de Ponteareas (Pontevedra), Vilalba (Lugo), Monforte de Lemos y la cuenca del Limia; 46 millones se destinarán a la mejora de la eficiencia del regadío, principalmente en la cuenca del Limia y en el Bajo Bierzo.

La CHMS destinará 25 millones de euros a la restauración ambiental de ríos, siendo el objeto principal "mejorar la conectividad longitudinal y la vegetación de ribera; 57 millones de euros serán para medidas administrativas, mejoras en la gobernanza, principalmente en los programas de control de estado de las masas de agua, implantación de caudales ecológicos, medidas contra la contaminación difusa, mejora en el conocimiento de las aguas subterráneas, estudios de investigación y control y vigilancia del dominio público hidráulico.

Por último, la CHMS destina 40 millones de euros a la gestión de inundaciones, tanto a prevención, como protección y preparación frente a las mismas

Como peculiaridad de esta Cuenca, cabe destacar la dificultad que representa la alta dispersión poblacional existente en las tres comunidades autónomas que conforman la parte española de esta Demarcación -Galicia y Castilla-León, en mayor medida, muy por encima de la tercera: Asturias-. Debido a ello, encontrar el compromiso económico-medioambiental para dar servicio a un alto índice de población "resulta complejo, lo que lleva a que dentro de esta demarcación se produzca un gran número de actuaciones de bajo y medio presupuesto", destaca el presidente.

El nuevo Plan de Cuenca de la CHMS contiene ventajas, con respeto al anterior, como una mejora en la asignación y reserva de recursos para los diferentes usos de la demarcación, tras una nueva evaluación de las demandas en la demarcación, mejorando la fiabilidad de los mismos, así como la nueva valoración de los recursos naturales que se ha llevado a cabo. Las asignaciones para uso urbano pasan de 111 hm3 a 97 hm3 y para uso agrícola de 230,77 hm3 a 195,66 hm3, fruto del estudio realizado y de la mejora de la eficiencia en el uso del agua.

En cuanto al uso industrial, las asignaciones a las Unidades de Demanda Industrial, han pasado de 394,16 hm3 a 11,47 hm3, debido a la adaptación de las demandas para las centrales térmicas, atendiendo a su situación actual. En lo relativo a las reservas, las variaciones con respecto al plan anterior "son mínimas".

El nuevo plan define el régimen de caudales ecológicos en todos los ríos y aguas de transición de la demarcación, tanto en lo referido a los caudales mínimos, como a máximos y caudales de crecida, además de actualizar sus valores tras la nueva evaluación de los recursos hídricos naturales, completándose el régimen de mínimos y generadores de 272 masas a 277 y el de máximos de 8 masas a 277.

El nuevo Plan de Cuenca define las tasas de cambio en 30 masas de agua categoría río, ha ajustado los valores de los caudales mínimos, máximos y generadores, teniendo en cuenta las aportaciones provenientes de la parte portuguesa de la demarcación, además de prolongar la serie estudiada base para el cálculo hasta el año 2011/2012.

Las demandas de agua de la demarcación se sitúan en torno a los 436,01 hm3/año (sin contar con las demandas hidroeléctricas y térmicas). El mayor consumidor es el sector agrario con un 73,33% de la demanda total, seguido del uso urbano con un 22,47% y el uso industrial con 3,96%.

Por otra parte, el uso energético utiliza un volumen muy importante de agua, 46.810 hm3/año, con un total de 88 centrales hidroeléctricas con una potencia instalada de 3.130,38, Mw, el 15,83% del total nacional, de las que 43 son grandes centrales hidroeléctricas (> 5000 kva), las cuales producen una media de 5.818,8 Gwhora entre 2004 y 2013, 18,39% de la producción hidroeléctrica española.

Con respecto a la contaminación difusa, la CHMS ha actualizado el efecto de la misma sobre las todas las masas de agua de la demarcación, tanto la generada por la agricultura y la ganadería como la originada por la minería.

En el programa de medidas, la CHMS ha prestado especial atención a este aspecto, tanto en lo relativo a la coordinación con otras autoridades, incluyendo "códigos de buenas prácticas agrarias", además de medidas específicas en comarcas como A Limia en Ourense, donde este problema es más acusado, destacando el proyecto Regenera Limia, que pretende atenuar el impacto de la contaminación difusa de origen agroganadero en las masas de agua de la demarcación.