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Piden 4 años para un acusado de agredir con un hacha a su pareja por no querer tener sexo

El encausado sostiene que la mujer miente y que se autolesionó -La defensa alega que la herida fue leve y pide la atenuante de ebriedad

Ramón A. D., ayer, en el banquillo de acusados del Penal Número Uno de Ourense. // Brais Lorenzo

Ramón A. D. y la mujer con la que llevaba 9 meses salieron a comer el 2 de julio y volvieron a casa a primera hora de la tarde. Ayer se sentó en el banquillo tras 5 meses entre rejas por agredirla presuntamente con un hacha. Según ella, porque no quiso mantener relaciones sexuales. El encausado niega todo. Dijo ayer en el juicio que la mujer "miente" y que se lesionó a sí misma. La Fiscalía y la acusación particular piden 4 años de prisión y 5 de alejamiento por la agresión machista. La defensa, que discrepa de la calificación del delito, alega que la herida fue "tan leve que no había ánimo de lesionar" y pide la atenuante muy cualificada de ebriedad. En el peor de los casos, que la juez del Penal Uno de Ourense imponga trabajos comunitarios. El encausado se enfrenta a una indemnización de 1.571 euros.

El presunto autor tiene 51 años. La calificación de hechos de la Fiscalía relata que, sobre las 21.30 horas del 2 de julio de 2015, discutió con su pareja, se dirigió a la cocina, cogió un hacha y presuntamente le propinó un golpe en la cabeza. El arma fue localizado por la Policía en el suelo de una habitación. Como consecuencia de los hechos, la víctima sufrió una herida inciso contusa en el cuero cabelludo. Requirió para su sanidad desinfección y sutura mediante 4 grapas, así como 10 días de recuperación, de los que tres fueron impeditivos para sus ocupaciones habituales. Le queda una cicatriz de 4 centímetros bajo el cuero cabelludo.

El médico forense declaró en el juicio y confirmó que la lesión es compatible con un hacha o un arma cortante. En todo caso, calificó la lesión como "superficial" y "relativamente pequeña". En su opinión, el impacto fue un "golpe de baja intensidad". La acometida tuvo que producirse "de arriba a abajo", pero el experto tampoco descartó que la lesión observada pudiera ser causada por uno mismo.

Es la tesis del acusado. "Yo no hice nada", dijo a la juez cuando todavía le estaba informando de sus derechos. "No toqué el hacha", contestaría después, en el interrogatorio. Ramón A. D. sostiene que la mujer amenazó primero con lesionarse con unos cuchillos y que después vio a su mujer con el arma en la mano. Según su versión, las lesiones se las habría causado ella. "Le gusta mucho mentir", dijo casi al terminar para defenderse.

Muy distinta es la versión de la mujer, a la que la fiscal considera creíble. "Quiso tener relaciones y yo le dije que no. Me amenazó". Después, presuntamente, el hombre la agredió con el hacha en la parte superior de la cabeza. Era la segunda agresión machista. La mujer ya lo había denunciado por un episodio anterior, pero después se retractó.

La defensa argumenta que la Policía no documentó que hubiera sangre en la vivienda, discrepa sobre la calificación de gravedad del delito -"da la impresión de que le rozó la cabeza"- y ve motivos para reconocer una atenuante muy cualificada de alcoholismo. "Hay que tener en cuenta la posibilidad de que la mujer mienta", añadió. Los policías que intervinieron también declararon ayer. No recuerdan haber apreciado síntomas de embriaguez en el varón. Según su versión, el acusado tardó en abrirles la puerta de la vivienda cuando llegaron, tras la llamada de la mujer al 091.

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