Se abrió plazo hasta el 4 de diciembre, optaron un total de 15 aspirantes de la casa y en solo unos días los comisarios han decidido siguiendo los criterios de antigüedad, mérito y capacidad. Queda pendiente que sea oficial, pero fuentes de la Policía Nacional de Ourense afirmaron ayer que ya han sido elegidos los nombres del oficial y los tres agentes de la escala básica que completarán la renovación del grupo provincial de estupefacientes, después de que la operación de Asuntos Internos desarrollada en noviembre desmantelara la anterior unidad, con 2 de sus antiguos miembros en libertad provisional y suspensión de funciones, y otros 2 que también son investigados y están citados a declarar ante el juez instructor, la próxima semana. Dirigiendo a los cuatro nuevos integrantes de la lucha contra el narcotráfico en Ourense estará el inspector que asumía hasta ahora la coordinación del servicio nocturno de Seguridad Ciudadana. Esa área nutre, de hecho, la nueva brigada.
En Comisaría creen que la puesta en funcionamiento se producirá en enero. Con la rápida reestructuración de la brigada contra las drogas, la demarcación estrenará dos unidades casi a la vez, puesto que la denominada UPR, similar a la UIP o antidisturbios, tiene también a su personal designado, una decena de efectivos que ayudarán a prevenir la delincuencia, a controlar manifestaciones y eventos multitudinarios, paliando a su vez el déficit de personal de la Comisaría Provincial, que fue cifrado por Interior en un 11% del catálogo. La plantilla al servicio de Ourense ronda los 200 efectivos.
La reestructuración busca zanjar la peor crisis interna que se recuerda en la Comisaría Provincial. A la investigación a 4 policías por presuntas prácticas delictivas en el trato con traficantes que daban "chivatazos" a cambio de eliminar competencia y poder operar, se suma el mal ambiente que se respiró al confirmarse que la operación de Asuntos Internos partió de un escrito anónimo. La filtración se repetiría meses más tarde, cuando otro agente no identificado sacó a la luz la desaparición sin resolver de 6 pistolas. En 2014 se abrieron diligencias judiciales y cuando la unidad secreta inició las pesquisas, hasta 13 policías de la Comisaría tuvieron "pinchado" el teléfono.
La renovación del grupo antidroga se consuma, de hecho, antes de que un total de 9 policías de la Comisaría de Ourense tengan que comparecer ante el juez que investiga tanto el caso de las armas como la relación con los confidentes. La próxima semana declararán como testigos 7 agentes de distintas unidades -incluido el número 3 de la cadena de mando-, en un intento del juez de resolver la incógnita. Al día siguiente comparecerán con abogado, en calidad de investigados, los dos agentes no detenidos -están de baja laboral-, así como de otros arrestados al estallar el caso.
Un mes de la operación
Hoy se cumple un mes de la aparatosa operación de la Unidad de Asuntos Internos, que desembarcó con más de una docena de efectivos y practicó en torno a 15 detenciones y numerosos registros. Se decomisaron 8 kilos y medio de cocaína, heroína y hachís. Como recuerda el Sindicato Unificado de Policía (SUP), implicado en la defensa de los 4 compañeros investigados, a ninguno se le encontró ni dinero, ni objetos valor ni ninguna sustancia. "Buscaban una organización criminal de narcotraficantes con Policías a sueldo. Como no había ni hay nada de eso y había que zanjar más de un año de trabajo, se llevó a cabo una operación totalmente desmedida", sostienen los representantes del sindicato.
