Agresiones físicas y verbales por parte de los alumnos y en algún caso de su padres; acoso o problemas para poder impartir clases han sido el pan de cada día de muchos profesores en 2014. Al menos 18 docentes sufrieron a causa de estos cuadros de violencia escolar graves problemas que cursaron con tratamiento psiquiátrico o bajas y tres de los afectados decidieron incluso pedir la jubilación anticipada o dedicarse a otras cosas aparcando su labor docente.
Lo más sintomático de esta agresiones y acosos es que 9 de esos 18 casos del total no ocurrieron en los últimos ciclos formativos, sino que las sufrieron profesores de Infantil y Primaria, y los supuestos agresores, fueron los propios niños y/o sus padres. Los otros 5 casos que cursaron con daños psicológicos, fueron en Secundaria, 2 en Bachillerato y 1 en FP pero este último por acoso laboral. Además el 70% de las profesores afectados fueron mujeres, entre otras cosas porque es mayoría la presencia femenina en la educación.
Son datos del Informe 2015 del Defensor del Docente del sindicato Anpe de Ourense, un servicio pionero nacido hace diez años en la ciudad de forma paralela al de Madrid, "como una primera medida de apoyo al profesorado, y una llamada de atención sobre el problema de la violencia escolar", explican y que ha atendido el pasado año desde su oficina de As Burgas a un total de 271 profesores, el pasado año, y 927 en los dos lustros de trabajo en la provincia.
Ayer presentaron los resultados de ese último informe de 2015 que pese a los datos en principio alarmistas, porque hablan de 271 profesores atendidos, bien través de la línea telefónica o personalmente algunos "nos dicen que en Ourense hay un muy buen clima de convivencia escolar", afirma José Manuel Fernández, presidente de Anpe", pues no todas las peticiones de ayuda eran de centros ourensanos. Del total de 271 casos atendidos 18 precisaron mediación psicológica o pedagógica, y 12 asesoramiento jurídico, y están en pre trámite de denuncian.
Sin embargo hecho tres de los casos que precisaron atención psicológica se produjeron en centros de Pontevedra, aún cuando se trata de profesores de Ourense allí desplazados. Según José Manuel Fernández "en Pontevedra hay unos 12.000 docentes no existe el servicio del Defensor del Profesor, pero además en lugares limítrofes a Ourense hay muchos profesores ourensanos, allí desplazados; ese es el motivo aprovechaban el fin de semana muchas veces para pedir apoyo en Anpe Ourense".
Anpe ha hecho un riguroso trabajo en el que explica que la mayoría de las casuística de los temas atendidos, fueron conflictos relacionados con los alumnos; el otro gran grupo de problemas fueron los relacionados con los padres, entre los que se incluyen las agresiones de los progenitores a los docentes y acoso amenazas, o denuncias "carentes de fundamento", afirman. También acusan presiones para modificar las notas de los o alumnos.
Finalmente los conflictos relacionados con la dirección o administración del centro, en este caso el "moobing o acoso laboral al profesor, son el otro gran grupo de causas que se saldaron con la intervención del Defensor del Profesor.
