La Policía Local de O Carballiño consiguió dar a mediodía de ayer con el origen del fuerte olor a gasóleo del que se quejaban buena parte de los vecinos del municipio.
Las pesquisas policiales consiguieron dar con el foco del problema en la caldera de un edificio de la avenida de Julio Rodríguez Soto, que presentaba una fuga por la que se producía el derrame de combustible que, a su vez, se extendía a los sumideros y desde ahí a la red de alcantarillado.
Según informa la Policía Local, una vez localizado el foco del problema se procedió a la reparación y sellado de la caldera para evitar que continúe derramando gasoleo. Las autoridades locales advierten de que, pese a haber sido solventado el problema, es probable que sigan sintiendo durante días el olor pues lleva tiempo eliminar todo el vertido del alcantarillado.