Coincidiendo con la buena nueva de que Ourense cuenta con una de las aguas para consumo humano más saludables de Galicia y de España, según lo acredita la certificación de calidad ISO 22.000 que recibió el Concello de la empresa TÜV Rheinland encargada de expedir este certificado internacional, el alcalde Jesús Vázquez reconocía que la "falta de gestión", así como la "desidia", del anterior gobierno socialista, puso en riesgo las inversiones realizadas en su momento por el Estado, a través del Ministerio de Medio Ambiente, en materia de abastecimiento de agua, como la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de As Coiñás.

Así, después de recibir de manos de la responsable de la empresa, Almudena Bouza, el certificado, Vázquez explicó que el nuevo gobierno "tuvo que salvar" esas instalaciones" cuya construcción se había finalizado pero estaban sin entrar en funcionamiento, debido a una "falta de entendimiento", con el riesgo de que de no hacerlo antes del próximo 31 de octubre, "habría que devolver unas cuantías económicas enormes" ya que se ejecutaron con fondos de la Unión Europea.

Abundando en esa cuestión, el alcalde explicó las inversiones realizadas en las diferentes instalaciones de abastecimiento de agua potable en la ciudad, desde la estación depuradora, pasando por la nueva captación de la margen derecha del Miño, 4 depósitos de regulación de agua potable, 2 estaciones de bombeo y 7.250 metros de conducción, con una inversión superior a los 21,3 millones de euros.

En su momento se barajaron determinadas alternativas, una de las cuales era que el propio Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente asumiera la gestión de las mencionadas instalaciones, opción que rechazó el anterior gobierno municipal, pero sin adoptar otra solución al respecto, por lo que fue pasando el tiempo, las obras concluyeron sin que tomase decisión alguna, con el riesgo de cumplir con el plazo establecido en la concesión de los fondos europeos que permitieron ejecutar todos los proyectos de abastecimiento.

De ahí que una de las cuestiones a las que tuvo que hacer frente el nuevo gobierno popular, ante el riesgo real de tener que devolver los fondos invertidos, ya que "por parte de la Unión Europea vendrán a comprobar la inversión y el funcionamiento de las instalaciones, fue negociar con la empresa adjudicataria del servicio municipal de agua, Viaqua, para que asuma la gestión".

Solventado el problema, el alcalde reconoce que en materia de abastecimiento de agua "quedan cosas por hacer", ya que existen "problemas, sobre todo en núcleos de rural, y que se visualizaron en los incendios forestales del verano, como en la zona de Cudeiro, en la que "no llega en las mejores condiciones, y existen deficiencias", que asegura "se intentarán resolver.

Sostiene Vázquez se trata de cuestiones más inmediatas, por lo que se proyecta un plan de renovación en todo lo relacionado con el abastecimiento de agua potable en lugares de la periferia y el rural del Concello que tengan problemas, y que "no son pocos", indicó.

Pendiente

Aunque el alcalde reconoce que "quedan muchas cosas por hacer" en materia de abastecimiento y saneamiento en el Concello, y que se trata de obras "muy costosas", lo que quiso trasladar es que en lo referente a la calidad del agua que llega a los hogares de los ourensanos "no existen puntos negros", y que la certificación ISO, no hace más que revelar que "reúne todas las condiciones exigidas".

El director de la empresa concesionaria Viaqua, Julio Masid, destacó las inversiones realizadas, aunque reconoce que "Ourense cuenta con agua de calidad, y de lo que se trata es garantizarla con los controles que se realizan".