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Plenos de un tirón

Las más de 5 horas de duración de las sesiones provocan que ediles busquen un hueco, entre punto y punto, para reponer fuerzas

Pérez Jácome, en la antesala del salón de plenos, tomándose un tentempié. // Brais Lorenzo

Los últimos acuerdos alcanzados por los portavoces de los grupos municipales en las reuniones que se celebraron no han evitado que los plenos municipales sigan siendo muy largos, como sucedió en el del pasado viernes, cuya duración superó las cinco horas, y se desarrolló de un tirón.

De ahí que, con un inicio tempranero, las 09.00 horas, los ediles buscaron un hueco, entre punto y punto del orden del día, para reponer fuerzas, como así hizo el portavoz del grupo mayoritario en la oposición, Democracia Ourensana, Gonzalo Pérez Jácome. Así no dudo en hacer su propio receso, y se trasladó a la antesala del salón de sesiones, un pequeño habitáculo, con una bolsa de la que sacó un donuts y una pequeña botella de leche.

Se trataba de reponer fuerzas para lo que luego vendría, la tanda de mociones presentadas por su propio grupo, la de los socialistas, así como las de Ourense en Común, en total ocho iniciativas, que fueron las que generaron el debate plenario, con el correspondiente cruce de acusaciones entre el gobierno popular y los socialistas, que gobernaron durante el pasado mandato.

Lo que ya no resulta extraño es que en algunas de las mociones presentadas, y que fueron cuestionadas por Pérez Jácome, por entender que se trata de cuestiones que no son competencia municipal, ver como ediles, de los diferentes grupos, abandonan el salón de plenos, con destinos diferentes, aunque con el tiempo limitado para poder volver a tiempo de participar en las votaciones.

Lo que resulta recurrente, y así lo ponen de manifiesto la mayoría de concejales, es la larga duración de los plenos, sobre todo después de que se acordase reducir las intervenciones de los grupos, con la colocación de un mecanismo que va marcando el tiempo, pero aun así, la realidad es que se prolonga por encima de las cinco horas.

Y aunque se apela a la necesidad de los debates, lo que se cuestionan son muchas de las mociones que se presentan, más allá de los acuerdos que se puedan adoptar, al no ser vinculante, como así lo aclaró el alcalde, Jesús Vázquez. Aprobar una iniciativa, independientemente de su relevancia, no es garantía de que ese acuerdo se lleve a cabo, debido a que queda a expensas de la decisión final del grupo de gobierno.

Cambiar esa dinámica pasaría por una reforma del Reglamento Orgánico del Concello, pero por lo que viene aconteciendo, no existe una voluntad clara de los grupos políticos de que pueda ser una realidad a corto plazo, ante la protesta de algunos ediles que no dudan el calificar de "cansinos" los plenos.

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