"La media para el cobro está en torno los 60 días", explicaba Alberto Vila, gerente de Apetamcor. Un período de espera a su forma de ver "totalmente inasumible que crea unas condiciones de trabajo muy complicadas". De esta manera el transportista se ve obligado a trabajar con unas tarifas más que ajustadas "teniendo muy complicada la posibilidad de subir los precios", explicaba Vila.

Y la cosa todavía puede ser más extrema: "Hay compañeros que sufren casos de pago a 90 días", reconocía José Manuel Rodríguez presidente de esta asociación de transportistas. "Una situación que llevado a la desaparición de muchas empresas, sobre todo autónomos que aguantaban hasta 75 días pero finalmente debían abandonar la actividad porque no podían más", lamentaba. Además se quejan de su desprotección ante esta situación "tan injusta": "Es muy difícil reclamar, estamos muy poco atendidos en el sector y lo cierto es que de el depende mucha gente", aclaraba.

Por si todo esto fuera poco, la condición de Ourense como provincia transfronteriza también supone en ocasiones un handicap para este sector: "Sufrimos la competencia desleal de empresas con base en Portugal que operan en España incumpliendo todas las normas habidas y por haber", denunciaba Alberto Vila. Pero hay una última cuenta en el rosario de desdichas de este sector que parece no levantar cabeza desde la llegada de la crisis: "Hemos notado un empeoramiento en el estado de conservación de las carreteras, derivado de la reducción de presupuesto que ha traído la mala situación económica", explicaba el gerente de Apetamcor. "Se hace evidente todo en la N120 y la A52, cuya situación está provocando mucha incidencia en la siniestralidad", denuncian.