El PP aprobó ayer en solitario el presupuesto que manejará la Diputación en 2016, un montante de 77,7 millones de euros, en el que los gastos en personal casi duplican a la partida global de inversiones. De ahí que ninguno de los tres grupos de la oposición, PSOE, DO y BNG, apoyase un documento que, elevado al pleno en el mes de septiembre, convierte a la Diputación en la primera administración pública española que aprueba en septiembre el presupuesto del ejercicio siguiente. De esto presumió el portavoz del grupo de gobierno, Plácido Álvarez, que frente a las acusaciones de "clientelismo y despilfarro de fondos públicos", defendió un proyecto económico "realista, riguroso y prudente", fruto de un trabajo sin lugar a la improvisación. Con esta anticipación, dijo, los concellos ganan en operatividad ya que pueden disponer antes de la financiación.

El debate de los presupuestos se llevó al pleno ordinario de septiembre en el que se trataron otros 27 puntos y que se prolongó por espacio de cinco horas. La oposición criticó que no se le hubiese dedicado un pleno extraordinario al debate "más importante" de la Diputación e incluso el portavoz del PP dijo sentirse "maltratado" y pidió reiteradamente al presidente un "cambio en el reglamento" que le conceda más tiempo a sus intervenciones ya que no le llega para responder a los tres grupos y defender los argumentos del grupo de gobierno.

La gestión directa de infraestructuras culturales y deportivas en la capital tuvo especial protagonismo en el debate. Los tres grupos criticasen el gasto que generan para una diputación llamada a prestar servicios y asistencia a los concellos pequeños, que precisamente son todos menos el de la ciudad. Se refieren explícitamente al Centro Cultural Marcos Valcárcel, el Teatro Principal y el Pazo dos Deportes Paco Paz. Entre los tres consumen casi 3,5 millones del presupuesto previsto para 2016 siendo sus usuarios mayoritariamente de la capital. La oposición volvió a pedir al grupo de gobierno que se desprenda de "competencias impropias" y se centre en el apoyo al resto de los ayuntamientos.

Plácido Álvarez avanzó que tanto el presidente de la Diputación, José Manuel Baltar, como el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, y otros miembros del gobierno municipal están manteniendo conversaciones "para avanzar en esta vieja demanda que tenemos todos". De hecho, la propuesta ya había sido planteada en 2014 por Baltar sin que se llegase a abordar por parte del gobierno local, entonces gobernado por el PSOE. La entrada del PP en el Concello de Ourense ha allanado el terreno y se han abierto líneas de cooperación institucional. En todo caso, Plácido Álvarez reprochó al BNG, que incluyó esta propuesta en su enmienda a la totalidad del presupuesto, que no hubiese impulsado este posible convenio para asumir la gestión de los centros culturales y deportivos "cuando dos concejales de su partido tuvieron en sus manos las concejalías de Deportes y Cultura". Álvarez admitió que se puede mejorar y apuntó que "en eso está el presidente, en coordinar mejor los servicios para ganar en eficiencia y ahorro".