En 2018 el Puente Nuevo de Ourense cumple un siglo en funcionamiento. Para Alberto de Paula, presidente del Colegio de Arquitectos de Ourense, la infraestructura merece más elogios que el Puente del Milenio, inaugurado en 2001 tras una inversión de 10 millones y con una estética singular, deslucida por el deterioro. "Fue un puente con algunas innovaciones pero sobre todo un ejemplo de la forma porque sí. Como toda cuestión de gustos, tiene sus amantes y detractores. Aprovechar sus escaleras sin duda es un atractivo, pero desde mi punto de vista lo más importante es la función". A De Paula le parece "una barbaridad tener que hacer el mantenimiento de una infraestructura 14 años después de su inauguración. Las obras deben proyectarse para que duren lo máximo posible". Ourense ha ganado en accesos e infraestructuras a costa de saturar parte de su horizonte. El portavoz de los arquitectos aboga por que el futuro viaducto para la integración del AVE en la ciudad -si se mantiene el borrador previsto- se proyecte con sentido, cumpliendo la máximas de la función primero, "con una forma que lo acompañe" y "sensibilidad técnica". Cita como buen ejemplo de puente sobre el río Miño la pasarela de Oira.
