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Volver al origen a 8.000 kilómetros

El ciclo de conciertos ourensano American Autumn hace aflorar cada año en artistas norteamericanos las sensaciones que experimentaban en sus primeros conciertos

David Pedrouzo sobre el escenario de el Café & Pop Torgal. // Iñaki Osorio

Las hojas caen suavemente de los árboles que han cambiado poco a poco los tonos verdes por los tierra y así es como empieza todo. El otoño. Para muchos un tiempo triste después de un verano de aventuras y disfrute. Incluso también parecen malos tiempos para la lírica. Tras tres meses de agitación cultural es como si hasta los eventos se aletargasen, dejando sólo paso a la lluvia y el frío. Y justo en ese momento, cuando parece que todo esta perdido, es cuando llega el American Autumn para sacarnos del hastío y la depresión. Justo a tiempo.

Con esta edición de 2015, el ciclo ideado por David Pedrouzo que cada año trae a Ourense a los mejores artistas del circuito independiente americano suma ya ocho. Ocho años haciendo de la ciudad, la capital de la originalidad y la vanguardia musical pues David se atrevió "empezando con algo muy pequeñito" a sacar a estos artistas de su hábitat natural que son los grandes estadios llenos hasta la bandera de fans para traerlos al bar que tiene con su hermano, Isaac, en Celso Emilio Ferreiro, el Torgal. "La idea era traer a los grupos que a mí me gustaban y que parecía que sólo podían tocar en las grandes ciudades", y así con este ambicioso y rompedor proyecto en mente, pues el concepto se basa en traer a los grandes desde estadios de fútbol hasta un sótano donde caben apenas medio centenar de personas, y donde el escenario tiene apenas un par de metros cuadrados, y un palmo de alto. David Pedrouzo no se amilanó, si no más bien lo contrario se remangó la camisa y empezó su aventura.

En estos años, David ha sabido apostar por una ciudad y una provincia que pocas o mejor dicho casi ninguna vez es detectada por los radares de la música internacional. Lo que en sus comienzos supuso una verdadera odisea: "Al principio lo más difícil fue situar a Ourense en el mapa de este estilo musical en concreto", relataba. Así que lo cierto es que en 2007, "no nos conocía nadie y tuvimos que trabajar mucho para conseguir los primeros síes, y para darle a este evento un toque diferente", que les pusiese bajo los focos. Y vaya si lo consiguieron. Poco a poco, otoño tras otoño "vimos como iban mejorando las ventas y pudimos comprobar como finalmente las entradas se acababan con antelación para los seis o siete conciertos que organizábamos", recordaba David Pedrouzo, alma máter del American Autumn.

Entonces llegó el otoño de 2009, escenario de un gran hito para el American Autumn. "Hace seis años entró en la organización con nosotros Son Estrella Galicia y apostaron mucho por el ciclo", aseguraba . Una unión en simbiosis perfecta de cuya mano el ciclo dio su siguiente paso. El joven ourensano reconocía que "supieron entender a la perfección lo especial que era el American Autumn y empezamos a entender que era una idea que podía ser muy exportable".

La aventura madrileña

Con el tiempo y el cariz que fue tomando el ciclo de conciertos, "Ourense y el Torgal se quedaban pequeños, le vimos claramente el techo y pensábamos que el ciclo podía crecer". Así en 2013, dieron el salto a Madrid y el American Autumn pasó a tener dos escenarios, una división geográfica pero no espiritual, "en Madrid saben que el alma de todo esto es el Torgal, no queremos perder la esencia". Cuando se dieron cuenta de que "teníamos que llevar los conciertos a una nueva ciudad entendimos que si había una que tenía sentido, era Madrid", recuerda David Pedrouzo que ha conseguido algo con lo que muchos fans en todo el mundo sueñan: "Dirigir un ciclo de música en el que el cartel lo conforman mis grupos favoritos de todos los tiempos". Todo un logro.

El secreto de su éxito

Y cómo una pequeña sala en la que parecía la última ciudad del mundo ha conseguido traer a grandes artistas. David Pedrouzo tiene la razón muy clara: "El secreto está en el público". "La gente que viene a los conciertos en el Torgal se caracteriza por respetuosa, va a escuchar y es educado y afectuoso", así describe Pedrouzo a los ourensanos que frecuentan su bar, algo que "hay que cuidar porque es nuestra arma, nos diferencia como ciudad". Una sala en la que los artistas por muy grandes o famosos que sean deben entrar y salir por la misma puerta que el público, "aquí no tienen escapatoria". Un ambiente especial que comenzó a hacerse famoso dentro del circuito: "Se fue creando una bola entre los artistas de que merecía la pena venir a Ourense y a partir de ahí todo fue mucho más fácil".

El Torgal les da la oportunidad de volver a sus orígenes aunque sea a 8.000 kilómetros de casa, de recordar sus primeros conciertos y volver a sentir el contacto con el público. "La tradición del músico americano es tocar en los bares, es algo que llevan muy dentro así que para ellos es tan natural tocar para 50 como para 50.000", explicaba Pedrouzo.

El ciclo hoy

Para el ciclo de este año el plan ha sido "cazar la primera vez en España de los grupos de nuevo sonido americano alternativo que están pegando muy fuerte". Así, este lunes se hacían públicos los últimos nombres del cartel. Entre ellos destacan Low, un clásico del rock and roll americano, o Mark Olson, la última incorporación que se ha conocido. Pero la gran novedad será la visita de Juan Wuaters, un músico mitad americano, mitad uruguayo con el que buscan "representar la fusión que existe en la música de las dos partes del continente, pues los artistas de norte siempre han bebido de la música latinoamericana". Además el estilo de Watters es muy personal "es como muy indie y muy clásico a la vez", concluía.

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