El único sospechoso de provocar el incendio forestal más grande del verano en Galicia es un octogenario de A Saceda, Cualedro, aldea en la que se originó el fuego que arrasó 3.198 hectáreas y puso en peligro granjas y pueblos enteros. La Guardia Civil no encontró ningún artefacto incendiario y el juzgado recogió testimonios de varios testigos. Antes de su detención, el alcalde de Xinzo, Antonio Pérez, había desvelado la supuesta aparición de siete mecanismos en una línea de seis kilómetros y afirmaba que tras los incendios en Galicia hay grupos organizados de terrorismo ecológico.

La realidad, contada por el personal que diariamente se enfrenta al fuego es bien distinta. Más allá de los siniestros provocados por negligencias en quemas y desbroces, o accidentalmente durante el desarrollo de alguna actividad profesional, los fuegos intencionados suelen apuntar a un único autor, "normalmente vecino de la parroquia afectada o como mucho de la vecina". Fuentes consultadas aseguran que no hay mecanismos sofisticados, sino que se siguen utilizando "los mismos artilugios primitivos y rudimentarios que hace treinta años".

Velas, "mecherazo" o la colilla con cerillas son los más habituales, pero no es fácil localizarlos. Incluso se llegan a emplear sustancias acelerantes para incrementar la ignición. Este verano se da la circunstancia, además, de que la falta de humedad y la sequía, aumentan la combustibilidad de los montes. En muchas ocasiones, el afán por atajar pronto las llamas por parte de los trabajadores de las brigadas acaba destruyendo los primeros vestigios. Una de las demandas de este colectivo es, precisamente, proteger el punto de origen para facilitar la investigación posterior.

Ayer mismo, la Xunta informó sobre la imputación de un vecino de San Cibrao das Viñas como presunto autor de un incendio registrado el pasado lunes en este municipio, en San Miguel de Soutopenedo, que afectó a 3,5 hectáreas de superficie. El fuego se originó por una "negligencia" al realizar trabajos de desbroces en los que se incumplieron las normas de seguridad, según la información oficial. Las diligencias han sido remitidas al Juzgado de Instrucción 3 de Ourense.

Con este, son 58 las personas imputadas este año en Galicia por delitos relacionados con incendios forestales.

Personal de la Xunta tiene clara la intencionalidad en los fuegos que se producen sistemáticamente en dos áreas: Pereiro de Aguiar-Velle-Nogueira de Ramuín-Os Peares, y la que afectaría al perímetro rural de Ourense Untes-Palmés-Vilar de Astrés-Cudeiro, si bien los atribuyen a individuos que actúan en solitario. El foco registrado el martes que quemó 15 hectáreas en Madrosende, Vilarnaz y Sartédigos, se inició en dos puntos separados, uno de ellos con dos focos.

Fuentes consultadas apelan a la concienciación ciudadana para poner fin a la "falsa protección social" de los incendiarios.